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Rolando Jiménez en los 80: La adrenalina contra la dictadura era muy fuerte

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Autor: Cooperativa.cl

Dirigente del Movilh rememoró los días donde debió armarse e incluso detonar artefactos.

"Utilicé el arma. Le pegué un par de balazos al furgón y los pacos apretaron cuea", dijo recordando una de esas jornadas.

Rolando Jiménez en los 80: La adrenalina contra la dictadura era muy fuerte
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Rolando Jiménez reconoce que no sabe qué habría hecho si se hubiese visto implicado en algún hecho con consecuencias fatales.

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Rolando Jiménez, actual director de derechos humanos y emblemático dirigente del Movimiento de Integración y Liberación Homosexual (Movilh), recordó su pasado como activista en la época de dictadura en nuestro país, ocasión donde le correspondió empuñar un arma o participar de la detonación de un explosivo.

En entrevista con El Dínamo, el dirigente relató que fue jefe de una unidad de combate del Partido Comunista, llegando a reclutar a miembros del FPMR que posteriormente atentaron contra Augusto Pinochet.

"En ese periodo el Partido Comunista recién estaba implementando su política militar, y lo que se formó fueron Unidades de Combates (UC) que básicamente eran militantes de la 'Jota' que recibían entrenamiento paramilitar", sostuvo Jiménez.

Aunque posteriormente renunciaría al PC debido a la discriminación que sufrió por ser homosexual, para Rolando Jiménez la situación de contingencia en los años 80 ameritaba actuar, ya que las condiciones de vida eran "deplorables" y "era legítimo la fuerza militar contra una dictadura feroz".

Tras una serie de caminos entre familiares y universitarios, Jiménez se reunió con la 'Jota', donde le asignaron la chapa de Jorge y armó la primera protesta en el barrio La Pincoya antes de entrar a la Unidad de Combate.

El primer gran golpe

Con esa metodología, participó del primer golpe como jefe en un atentado a un colaborador de la CNI: "Queríamos sólo darle un susto al huevón. Fueron como diez fósforos, porque estaba más nervioso que la cresta. Hasta que logré prender la mecha y salimos raja", contó.

Como la bomba no explotaba llegó a dudar de su pericia. "Habíamos dejado la mecha muy larga", rememora, pero la detonación posterior confirmó el objetivo confirmado.

Con instrucción militar, clases de inteligencia de guerrilla, estrategia y uso de armamento, quien hoy es el símbolo del Movilh no sólo se quedó en los libros, ya que admite que aprendió a ocupar fusiles y sub ametralladoras, aunque según dijo, sólo una vez usó un arma de fuego, un revólver calibre .22 en medio de una protesta.

"Yo estaba cuidando a un equipo de la 'Jota' que tenía que hacer unas barricadas y llegaron los pacos. Estábamos en avenida Recoleta, y ya no había posibilidad de que los cabros se fueran, así que para que los pacos no siguieran avanzando, utilicé el arma. Le pegué un par de balazos al furgón y los pacos apretaron cuea", confesó.

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Rolando Jiménez recordó el rol que tuvo su relación directa con la pobreza y amigos del MAPU para que se hiciera parte como combatiente contra la dictadura. (Foto: Archivo personal / El Dínamo)

Reclutando al FPMR

Aunque en su interna y décadas después de esa vorágine, el dirigente asegura que "la adrenalina contra la dictadura era muy fuerte", por lo que "no sé qué habría pasado si me hubiese echado a alguien", antes de dejar las armas también tuvo otro hito dentro de su ligazón con el plano combativo.

Según recordó, alrededor de 1985, ayudó a reclutar a algunos de los fusileros del Frente Patriótico Manuel Rodríguez que luego atentarían contra Pinochet en el Cajón del Maipo.

Sin embargo fue lo último, ya que dadas sus cualidades de tono político pasó a tener responsabilidades como líder de la Coordinadora Metropolitana de Pobladores, más en tono de organización que de acción efectiva.

Al momento de continuar su carrera en alza, ahí vivió en terreno la discriminación al escuchar los murmullos de un grupo de militantes de la 'Jota' que hablaban cómo evitar que el congreso eligiera a "un maricón como dirigente". "Si sale, estamos cagados", recuerda que decían.

El 2013, y tras más de una década sin adherencia partidaria, Rolando Jiménez ingresó a las filas del Partido Progresista, donde incluso postuló a diputado por Renca, Huechuraba y Conchalí.

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