Bebé quemado con frazada eléctrica en clínica fue dado de alta
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Autor: Cooperativa.cl
El menor tenía sólo el 10 por ciento de probabilidades de sobrevivir.
Tendrá las marcas de las quemaduras y necesitará kinesioterapia.
El menor tenía sólo el 10 por ciento de probabilidades de sobrevivir.
Tendrá las marcas de las quemaduras y necesitará kinesioterapia.
El recién nacido que sufrió quemaduras en el 20 por ciento de su cuerpo luego de ser envuelto en una frazada eléctrica en una maternidad de Santiago fue dado de alta este lunes de la Clínica Santa María.
El menor Amaro Tolorsa superó el estado de gravedad y riesgo vital que se le había declarado en un principio, aunque los médicos aseguraron que quedará con quemaduras y kinesioterapia.
"Es fundamental las ganas de vivir que tenía Amaro, es un niño realmente excepcional. Sí tiene secuelas, va a tener las secuelas propias de quedar con sus quemaduras, pero no van a determinar un problema funcional en ninguna de sus extremidades, así que yo creo que va a quedar con secuelas de quemaduras, nada más", explicó el doctor Ricardo Ayala, cirujano experto en quemados.
El facultativo señaló, además, que las lesiones que presentó el lactante fueron en el dorso, la espalda, ambos glúteos, y en el talón izquierdo.
Por otra parte, la doctora Leticia Yañez, médico jefe de la Unidad de Paciente Crítico de la Clínica Santa María declaró que "su desarrollo sicomotor ha sido hasta ahora, como dijimos en un comienzo, el esperado para su edad, queda mucho camino por recorrer, hay retracción, hay compromiso motor articular que necesita mucha kinesioterapia, que es con lo que se va a mantener durante los próximos seis meses".
La madre del menor, Lydia Díaz, declaró a la prensa que está "feliz" de poder volver a su casa y calificó la recuperación de su hijo como un "milagro".
"(Quiero) agradecer a toda la gente que rezó por mi hijo en los momentos más graves que estuvo", añadió antes de que ella y toda su familia partieran al Santuario de Santa Teresa de Los Andes para manifestar su satisfacción por tenerlo con vida a pesar del mal diagnóstico.
Amaro Tolorsa nació en la Clínica Presbiteriana Madre e Hijo con bajo peso e hipotermia por lo que fue envuelto en una frazada eléctrica que le provocó quemaduras en el 20 por ciento de su cuerpo.
Debido a esto fue trasladado hasta la Clínica Santa María, donde estuvo conectado a ventilador mecánico, con diálisis y falla multiorgánica, por lo que se determinó que sólo tendría 10 por ciento de probabilidades de vivir.
