Carolina Acevedo afirmó el jueves que su hijo fue decapitado por los fórceps que se usaron durante el proceso de dar a luz, según se estableció en los exámenes tanatológicos.
El Hospital Regional de Talca enfrenta un nuevo caso de negligencia en el que está implicado el servicio de maternidad, esta vez por la muerte de un bebé que falleció decapitado durante el parto a fines de 2005.
Carolina Acevedo, la madre de Julián Agustín Pérez Acevedo, sostuvo el jueves que el informe tanatológico realizado por una perito de Santiago reafirmaba que el pequeño sufrió el corte completo de su cabeza en la intervención para dar a luz, por lo que presentó una querella contra quienes resulten responsables.
En diálogo con El Diario de Cooperativa, Ignacio Celedón, abogado de Carolina Acevedo, ratificó que tanto el preinforme de autopsia como la propia autopsia establecen la forma de la muerte de la guagua.
"El preinforme dice que murió por degollamiento, esto es la separación completa de la cabeza del cuerpo. Nosotros tenemos la impresión de que los fórceps que utilizaron para sacar al niño del vientre materno, debió haber tirado con demasiada fuerza", afirmó Celedón.
Además, el abogado sostuvo que queda demostrado en los documentos que maneja la Fiscalía que la guagua "estaba viva al momento de ser decapitada, porque el procedimiento de aborto incluye la posibilidad de desmembrar el feto, cuando ya está muerto, pero la guagua cuando fue decapitada estaba viva y sintió todo lo que estaba haciendo el doctor en ese minuto".
Ignacio Celedón aseguró que la acción legal presentada busca determinar las responsabilidades penales y civiles, tanto del médico a cargo del procedimiento como de alguna matrona y del propio Hospital Regional.
"Ahí hay responsabilidades civiles y penales que vamos a hacer efectivas. Vamos a perseguir la responsabilidad penal del médico y la responsabilidad civil del doctor y del hospital", dijo Celedón, que añadió que el Fisco también tiene que responder debido a que el centro asistencial pertenece al Estado.
Celedón cuestionó además que Claudio Ibáñez, el profesional a cargo del procedimiento, en principio asignara "toda la responsabilidad a la madre diciendo que ella tenía una infección en los ovarios y eso habría provocado la muerte del niño, pero el informe de preautopsia dice que murió decapitado".
Por último, el profesional informó que se está a la espera de un informe solicitado al Servicio Médico y Legal (SML), aunque de todas maneras espera que haya una formalización, con o sin el documento, dentro de las próximas semanas.
Carolina Acevedo llegó con un embarazo de 25 semanas hasta la maternidad del hospital talquino. Pese a que el feto estaba atravesado, los médicos decidieron un parto normal. Debido a que la cabeza quedó atascada, el doctor utilizó un fórceps, el que aplicado con demasiada fuerza derivó en la decapitación del pequeño.
Este caso se suma a la muerte, en 2001, de cinco guaguas por consumir alimentación parenteral contaminada, y al ya conocido "cambio de bebés", que en agosto de este año quedó confirmado tras exámenes de ADN. (Cooperativa.cl)
