Aunque monseñor Contreras indicó que estudiará las declaraciones de la ministra de Salud, dijo que el Estado debiera preocuparse de "la discriminación entre ricos y pobres, en pacientes con enfermedades graves".
La Iglesia Católica reaccionó negativamente a las declaraciones de la ministra de Salud, María Soledad Barría, quien el jueves explicó que se pretende que -en un mediano plazo- no sean sólo las mujeres violentadas sexualmente las únicas que puedan tener acceso a este fármaco, sino que todas aquellas que lo necesiten.
El secretario general de la Conferencia Episcopal, monseñor Cristián Contreras Villarroel, afirmó que hay que ir al fondo científico de la discusión, acerca del carácter abortivo de la píldora.
"Ciertamente, habrá que estudiar en profundidad las declaraciones de la doctora Ministra de Salud sobre la entrega universal de la llamada 'píldora del día después'", sostuvo el obispo.
"Me parece que en el fondo está la discusión científica acerca de su carácter abortivo. Y tratándose de la vida de una persona humana, desde su concepción, yo quiero presuponer que todos somos sensibles al derecho a la vida y que nadie utilizará eufemismos como 'interrupción del embarazo' para referirse al aborto; como supongo que nadie confundirá 'eutanasia' con evitar el encarnizamiento terapéutico", agregó.
Por medio de un comunicado, Contreras cuestionó la argumentación acerca de la "equidad" en este contexto, "porque el trazo que se hace es eminentemente socioeconómico y no toma en cuenta la dignidad ni las potencialidades de la persona humana".
"Si se trata de equidad, y si se pretende graficarlo con el acceso a la píldora de una chiquilla de un barrio rico versus las niñas de sectores pobres, creo que hay otras necesidades que, en el ámbito de la salud de los ciudadanos, debieran ser objeto de la solicitud de las autoridades".
El religioso citó como ejemplo "la escandalosa discriminación entre ricos y pobres, en pacientes con enfermedades graves". (Cooperativa.cl)
