El sicólogo Patricio Escorza explicó que muchas veces los progenitores "no han logrado resolver la sexualidad de su propia construcción como pareja", lo que dificulta su rol.
Patricio Escorza, sicólogo y académico de la Universidad Metropolitana de Ciencias de la Educación (UMCE), expresó sus reparos respecto al rol de las familias en la educación sexual de los jóvenes, pues -afirmó- muchas veces los padres no tiene claridad como pareja para abordar el tema.
"También tenemos un problema en la familia. La familia, muchas veces las parejas, los padres, no han logrado resolver la sexualidad de su propia construcción como pareja", aseveró el sicólogo.
En conversación con El Diario de Cooperativa, Escorza graficó que "más allá de decir el 'cuídate', más allá de decir 'los hombres tocan', más allá de decirle a las niñas, 'bueno, si estás pololeando sabes lo que te puede pasar', no hay educación sexual porque tampoco tienen los elementos como para poder entregar una educación sexual".
El profesional también consideró que como país, más allá de la discusión sobre la pertinencia de entregar la denominada "píldora del día después" a adolescentes, se requiere de programas de educación sexual pertinentes a la realidad que se están enfrentando en la actualidad.
Escorza afirmó que programas como "Teen Star", de la Universidad Católica, y "Sexualidad responsable", del Ministerio de Educación, no están dando resultados, porque "no estarían respondiendo a las demandas reales que hoy existen".
Son planes, detalló, "en relación a la sexualidad están dados desde la genital y no desde la sexualidad como una dimensión humana", por lo que "no hay respuesta a las inquietudes que los estudiantes tienen".
El académico, quien además trabaja en la prevención del sida a través de la Corporación Frenasida y de la estatal Conasida, sostuvo que la determinación de entregar un anticonceptivo de emergencia a jóvenes, sin que sea necesario el consentimiento de los padres, es una respuesta a una información estadística.
"Tenemos, en 2004, una cantidad de 37.000 embarazos adolescentes, y un 75 por ciento de ellos pertenecen a los dos quintiles más bajos. Entonces es un tema de salud pública que ha sido importante abordar", afirmó Escorza.
Finalmente, el académico de la UMCE consideró como un supuesto absolutamente errado la tesis que señala que el uso de la "píldora" vaya a implicar un mayor libertinaje juvenil y la proliferación entre ellos de enfermedades como el sida u otras de transmisión sexual.
"Se ha demostrado en todos los países del mundo que no es así, que en realidad mientras más información verídica y eficiente, y eficaz, tengan los jóvenes, más responsable se hace su actividad (sexual)", expresó.
Escorza aseguró que "hay algo que no podemos negar: El inicio sexual hoy día se ha adelantado muchísimo si nosotros pensamos en tres décadas atrás. El problema siempre lo vamos a tener si no lo enfrentamos desde un programa eficiente de educación sexual". (Cooperativa.cl)
