Expertos discrepan sobre la entrega de la "píldora" a las adolescentes

Publicado:
Autor: Cooperativa.cl

El socavamiento de los valores de la sociedad emerge como fuente de rechazo mientras que la realidad del temprano despertar sexual aparece como justificación la medida del Ministerio de Salud.

Llévatelo:

Al igual que en otras ocasiones en que se ha debatido sobre temas valóricos relativos a la sexualidad juvenil, la entrega de la "píldora del día después" a adolescentes mayores de 14 años, sin el consentimiento de sus padres, ha derivado en una polémica creciente entre quienes la rechazan tajantemente y quienes la justifican.

 

Aquello no fue la excepción en una entrevista conjunta que emitió Lo Que Queda Del Día de Radio Cooperativa, donde se confrontaron las visiones del médico y profesor de Bioética de la Universidad Católica, Luis Jensen, y Grace Schmidt, abogada miembro de la Asociación de Protección a la Familia (Aprofa).

 

El doctor Jensen expresó que, en primer lugar, no se ha demostrado que la acción de la píldora no sea abortiva. "Es altamente probable que exista y no se ha demostrado que no lo sea. Por lo tanto, estaríamos frente a un mecanismo, un sistema que estaría produciendo abortos y eso es muy serio".

 

Además, sostuvo que el hecho que sea "del día después, crea una conciencia de que aquí se puede hacer cualquier cosa y después se arregla el entuerto".

 

Por su parte, Grace Schmidt afirmó que la disposición del Ministerio de Salud implica una "consejería previa, hay un consentimiento informado, no es entregar a diestra y siniestra la anticoncepción de emergencia".

 

Respecto de la edad de entrega de la píldora, Jensen expresó que le parecería correcto que los 14 años fueran una edad suficiente si los jóvenes estuvieran en condiciones de formar una familia".

 

"Normalmente, en nuestra cultura es muy difícil que a esa edad pueda un adolescente asumir todas las condiciones y hacerse cargo de todas las consecuencias que tiene el acto conyugal", expresó Jensen.

 

"La educación que hoy día se hace a nivel de los jóvenes es: ojalá no te infectes, ojalá no te embaraces", agregó cuestionando la medida.

 

Schmidt por su parte rechazó que la edad sea antojadiza: "la nueva ley de delitos sexuales señala que el consentimiento para mantener relaciones sexuales es de 14 años".

 

Además, fustigó que sectores que antes se opusieron a entregar educación sexual a los adolescentes sean los que hoy cuestionan la medida y aducen que hace falta educación.

 

"Resulta curioso que en estos momentos sean esos mismos grupos conservadores, incluyendo la Iglesia Católica, algunos sectores, señalen que se necesita educación siendo que cuando se ha querido impulsar temas de educación en sexualidad estos mismo grupos lo han rechazado", dijo Schmidt.

 

Equidad y familia

 

Por último, el doctor Jensen indicó que el hecho de que la cantidad de niñas que se embaraza en sectores de menores recursos sea 10 veces mayor que en sectores de altos ingresos no es suficiente como para aprobar la medida con un asunto de equidad en el acceso a la contracepción.

 

"Hablar de equidad frente a un acto negativo, un acto malo, es pésimo.

El hecho que unos lo hagan no justifica que los otros lo tengan que hacer también", manifestó, reiterando que el tema de fondo tiene que ver con la educación y la familia.

 

De alguna manera como réplica tanto al doctor Jensen como al alcalde de la Florida, Zalaquett, quien señaló que la medida de Salud destruía la familia, Grace Schmidt sostuvo que una calificación como aquella le parecía "agresiva".

 

"El tema de destruir la familia en ese sentido, que me parece como agresivo ese tipo de calificativo, lamentablemente las niñas que tienen relaciones sexuales a baja edad no tienen la confianza suficiente o los accesos suficientes a métodos anticonceptivos como para prevenir abortos", dijo la abogada.

 

Explicó que la medida dice relación con la alta tasa de abortos que se hacen en el país y "con la muerte de mujeres por abortos mal realizados, (en que) la mayoría son en casos de mujeres de estatus social bajo".

 

"Decir que esta medida rompe la familia y destruye el núcleo fundamental de la sociedad me parece bastante limitado. Sin duda que la educación tiene que ser en la familia, pero si la niña va a querer tener relaciones sexuales que sea con la mayor cantidad de información posible", añadió Schmidt.

 

"Y si su familia no se la puede entregar o ella no se siente en confianza para que en su familia se lo entreguen, qué bueno que pueda recurrir a los servicios de salud para que ahí le den toda la información necesaria", finalizó. (Cooperativa.cl)

LEER ARTICULO COMPLETO

Suscríbete a nuestro newsletter