La ministra Barría desechó que, al entregar de manera gratuita métodos anticonceptivos a mayores de 14 años, se intente dejar fuera a los padres de la decisión de sus hijos en materia sexual.
La ministra de Salud, María Soledad Barría, destacó que la familia sigue siendo el "espacio privilegiado" donde debe definirse la educación sexual de los jóvenes, desestimando así que se esté buscando "golpear" a la sociedad con la entrega gratuita de métodos anticonceptivos.
Barría explicó en El Diario de Cooperativa que "esto es una puesta al día científica respecto a todo lo que tiene que ver con la regulación de la fertilidad".
"Es una norma que obliga además a los profesionales del sistema a su utilización, pero incorpora elementos más modernos en el sentido de la anticoncepción masculina y sobre todo, diría yo, la consejería, esto de poner a disposición de las personas toda la información relevante que esté para que las personas pueda decidir de manera autónoma cuál es el método que les interesa utilizar", precisó.
La secretaria de Estado enfatizó que "aquí no se pretende excluir" a nadie, como indicó el cardenal Francisco Javier Errázuriz, quien hizo patente el malestar de la Iglesia Católica luego de conocerse las normas sobre regulación de la fertilidad presentadas el sábado por Salud.
Estas consisten en que desde los 14 años, y sin necesidad de tener la autorización de sus padres, los adolescentes podrán acceder de manera gratuita a alternativas de anticoncepción en los centros de salud públicos de todo el país.
"Al contrario -dijo Barría-, nosotros reconocemos en la familia el primer lugar, el espacio privilegiado donde debiera darse la conversación, la educación, la información. Eso es lo que nos gustaría y si aquello no sucede, nos gustaría que en la escuela también pudieran producirse esos espacios. Desgraciadamente, como uno quisiera no necesariamente es, la realidad no es así".
La doctora agregó que "quisiéramos que en un tercer lugar los chiquillos tuvieran la posibilidad de acceder a un lugar donde tener la información, la consejería", que es lo que se pone ahora a disposición de los jóvenes.
La ministra detalló además que la edad que se estableció como límite para comenzar la entrega de anticonceptivos se basó en la ley de Delitos Sexuales, que señala los 14 años para como el mínimo que debe tener una persona para dar su consentimiento a tener relaciones sexuales.
"Nosotros no queremos producir la decisión de tener relaciones sexuales, pero si ya el joven ha tomado la decisión, tiene que tener dónde acudir y que no sólo sean los recursos" los que definan quien puede o no acceder a los métodos anticonceptivos, concluyó. (Cooperativa.cl)
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