El arzobispo Antonio Moreno, que encabezó la manifestación, consideró que la distribución del anticonceptivo de emergencia es inmoral e inconstitucional.
Más de 500 personas participaron, en pleno centro de Concepción, en una marcha convocada por organizaciones católicas contrarias al uso de la "píldora del día después".
Los asistentes se congregaron en torno a un ataúd de cartón adornado con flores, pancartas y consignas a favor de la vida para simbolizar su descontento por el anticonceptivo que el Gobierno pretende repartir gratuitamente en los centros de salud de todo el país para las mujeres que hayan sufrido violación.
A la actividad se sumó el arzobispo de Concepción, Antonio Moreno, quien aseguró que el uso de la "píldora del día después" es "inmoral e inconstitucional".
"Una sustancia que es abortiva es inmoral y además está prohibida por la Constitución", aseguró.
"Lo que quieren hacer estos jóvenes -en referencia a los convocantes- es un llamado a la conciencia respecto a eso. Si aquí se ha dicho algo que, en primer lugar, es inmoral, atentar contra una vida humana y, en segundo lugar, es inconstitucional porque la constitución prohibe el aborto", dijo la autoridad eclesiástica.
Por su parte, el dirigente del Movimiento Ciudadano por la Vida José Antonio Martínez sostuvo que las mujeres no pueden decidir por la vida de otra persona mediante el uso de un medicamento.
Martínez dijo que "no puede venir el Gobierno y decirles en el fondo, aquí tiene una pastilla por la cual puede matar a su hijo. Me parece inconcebible. Por lo demás, esa vida que la mujer lleva en su vientre, no es su vida. Es otra vida, de otra persona. Entonces, ella no puede estar decidiendo por otra persona. Yo no puedo decidir si mato o no a alguien porque yo soy persona desde el momento mismo de la concepción bajo un ordenamiento jurídico, está en la constitución.
La marcha finalizó en el frontis de la catedral de Concepción donde se realizó un acto en el cual los delegados de organizaciones católicas mostraron sus argumentos para oponerse a la "píldora del día después".
