Arriendos veraniegos bajaron en 15 por ciento

Para disfrutar de unas buenas vacaciones, es importante ver bien primero qué se está arrendando. (Foto: UPI)

Coquimbo, Valparaíso, Viña, Quintero, Punta Pullai, Villarrica y Pucón fueron los lugares donde se recolectaron los datos.

Si bien muchos chilenos aprovecharon un buen precio del dólar para comprar pasajes al extranjero, gracias a las reservas que ya existen para este año, se puede apuntar a que el sector se está recuperando.

"Esta temporada ha sido bastante buena para la gente que ha querido arrendar una casa o un departamento en los distintos destinos turísticos que tiene nuestro país. Ha mostrado una recuperación este sector del mercado de arriendo de verano con respecto a la temporada 2008-2009, que fue bastante negativa", sostuvo el representante y socio de Zona inmobiliaria, Jorge Díaz.

Según datos de este estudio el stock está ocupado en un 80 por ciento, dependiendo de cuán exclusiva sea la zona, el lugar será más o menos caro.

"Hay sectores más exclusivos como Las Tacas, que siempre te va a costar más de 100 mil pesos diarios. Puerto Velero también. Si la casa está más alejada de la costa, existen precios más alcanzables, entre 35 y 40 mil pesos", puntualizó.

Por otra parte, el presidente de La Corporación Nacional de Consumidores y Usuarios (Conadecus) Hernán Calderón, detalló algunos consejos para elegir un arriendo de verano:

"Hay que ver claramente el estado en que se encuentran estos lugares. Que estén en las condiciones que se dice en el contrato para que los consumidores y los usuarios no tengan que sufrir descuentos posteriormente por deterioros que hay. Principalmente, ver cuánto es el cobro diario, la hora de ingreso, la hora de salida del último día que muchas veces queda limitada hasta el medio día o a una hora determinada. Eso tiene que dejarlo claro el usuario. No hay que olvidarse de que tenemos derechos y por lo tanto hay que hacer los reclamos pertinentes", aseguró.

En esa misma línea el arrendatario debe asegurar que estén los servicios más básicos por los que se pagó. Entre ellos la luz, el agua, el gas e incluso Internet.