El Homo floresiensis se conoce así en la jerga científica por su pequeño tamaño.
Tenía una capacidad craneana similar a un chimpancé.
El Homo floresiensis o "hobbit" fue una especie humana distinta y no descendiente de seres humanos empequeñecidos por una rara enfermedad, reveló una investigación de científicos estadounidenses publicada este jueves por la revista Significance.
Los investigadores del Centro Médico de la Universidad Stony Brook, en Nueva York, llegaron a esa conclusión tras analizar los restos fósiles de un especimen femenino descubierto en 2003 por científicos indonesios y australianos en la isla de Flores.
Le dieron el nombre de Homo floresiensis, pero en la jerga científica se le conoce, debido a su pequeña estatura, con el apodo de "hobbit", un personaje de "El señor de los anillos".
El espécimen estaba notablemente bien conservado incluyendo el cráneo, el mentón, los brazos, las piernas y las manos, todos los cuales proporcionaron una información integral a partir de un solo fósil, indicaron los científicos.
El hobbit o "La pequeña dama de Flores" tenía una capacidad craneana de sólo 400 cm3, similar a la de un chimpancé, y su estatura de poco más de un metro era más baja que la de los actuales pigmeos.
El análisis determinó que se trató de una especie homínido y no una versión de seres humanos modernos afectados por el problema genético de la microcefalia, según los científicos.
"Los intentos por afirmar que los hobbits fueron un pueblo afectado patológicamente han fracasado de manera reiterada porque los diagnósticos médicos y los síndromes del enanismo y la microcefalia no tienen relación con la anatomía especial del Homo floresiensis", dijo Karen Baab, uno de los investigadores
