Según un informe de Gobierno, gran parte del patrimonio histórico y artístico chino está "al borde de la desaparición, debido al deterioro medioambiental y a los efectos negativos de la modernización".
La mayor parte del patrimonio cultural de China está "al borde de la desaparición, debido al deterioro medioambiental y a los efectos negativos de la modernización del país", según admite un informe gubernamental ministerial publicado este miércoles.
En el informe de los ministerios de Cultura y Finanzas se anuncian nuevas medidas para proteger el patrimonio cultural, entre ellas un "plan de salvación" que se prolongará hasta el año 2020.
El plan se divide en tres fases: una para salvaguardar el patrimonio "en peligro" que culminará en 2008, otra para zonas menos afectadas que se aplicará hasta 2013 y una etapa final de "trabajos suplementarios" que finalizará en 2020.
El patrimonio histórico y artístico de la civilización china, parcialmente destruido durante la Revolución Cultural (1966-76), se encuentra gravemente amenazado por la polución, la masiva afluencia de turistas, la especulación inmobiliaria y otros efectos de la entrada del país en la economía de mercado.
Estos perjuicios se pueden ver en lugares como Pekín, donde miles de casas tradicionales han sido derruidas para dar paso a centros comerciales y bloques de viviendas, o en el palacio Potala de Lhasa, en el Tíbet, donde el exceso de turistas ha debilitado los cimientos del célebre edificio.
Además se han privatizado partes de la montaña sagrada donde se encuentra el templo de Shaolin, el lugar donde nacieron el kung-fu y el budismo zen.
Ninguno de los veintinueve lugares de China catalogados como Patrimonio Mundial de la Humanidad por la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (UNESCO) están en la lista de "bienes en peligro" que elabora ese organismo
internacional.
Algunos de los bienes del Patrimonio Mundial en China más célebres son la Gran Muralla, el palacio de Verano de Pekín y el ejército de guerreros de terracota de Xian. (EFE)
