El profesional, de 104 años, permanece hospitalizado desde el 2 de noviembre por problemas renales.
Se mantiene lúcido e interesado en cuestiones de trabajo, dijo su médico tratante.
El arquitecto brasileño Oscar Niemeyer, de 104 años, ha experimentado una "franca mejoría" de los problemas renales que lo mantienen hospitalizado, informó este domingo su médico, Fernando Gjorup, quien aclaró que nunca temió por su vida.
Gjorup insistió en que "en ningún momento" pensó que Niemeyer pudiera fallecer por este cuadro, aunque recalcó que, dada su avanzada edad, el equipo médico que lo atiende considera todas las situaciones como "graves".
"A su edad todo preocupa, pero la función renal está mejorando y responde al tratamiento (...) Los exámenes de hoy son mejores, la evolución es satisfactoria y ningún indicador ha empeorado", relató Gjorup en una rueda de prensa en el hospital Samaritano de Río de Janeiro, donde Niemeyer permanece desde el pasado día 2 de noviembre.
El médico explicó que Niemeyer padeció una gripe el mes pasado y, como no se alimentó suficientemente bien, padeció una deshidratación que afectó a sus riñones.
Niemeyer pasó dos semanas internado en octubre, y tras un breve período de alta sufrió una recaída por la que volvió al hospital para realizar unos exámenes.
El pasado viernes su estado empeoró y fue internado en la unidad de cuidados intermedios, donde se monitoriza su actividad cardíaca y respiratoria.
Gjorup aseguró que Niemeyer recibirá el alta cuando tenga "la mejor condición posible", aunque recalcó que "nadie tiene prisa", porque a su edad responde "muy lentamente" al tratamiento.
Mente lúcida
El arquitecto, responsable de la construcción de Brasilia en 1960, está "lúcido" e incluso se interesa por cuestiones de trabajo cuando ha recibido visitas de algún colega de su estudio, según su médico.
"En el hospital no trabaja, claro, pero conversa sobre trabajo cuando viene alguien de su oficina. Eso es un ejemplo de lucidez, eso es lo que le mantiene vivo", afirmó el galeno.
Paulo Niemeyer, sobrino del arquitecto, dijo en la misma rueda de prensa que a su tío "se le iluminan los ojos" cuando oye hablar de trabajo.
El doctor también aseguró que el estado de salud de Niemayer era mucho más preocupante cuando fue hospitalizado en 2009 con una peritonitis que obligó a extirparle la vesícula.
La esposa de Niemeyer, Vera Lúcia Cabreira Niemeyer, en declaraciones a los periodistas, mostró confianza en que su marido pueda celebrar en casa su 105 cumpleaños, el próximo 15 de diciembre.
Según la mujer, Niemeyer está enfocado ahora en varios proyectos, entre los que citó un centro cultural en Marruecos y una biblioteca en Argelia.
