Más de 130 millones de niñas y mujeres han sido mutiladas genitalmente

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Autor: Cooperativa.cl

La mitad de los países africanos practican la mutilación genital femenina.

Gambia aceptó un ritual alternativo que no incluya el procedimiento.

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Este viernes se celebra el Día Mundial de la Tolerancia Cero a la Mutilación Genital Femenina, una práctica que afecta actualmente a entre 100 y 140 millones de niñas y mujeres en todo el mundo, según la Asamblea Mundial de la Salud.

El Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia (Unicef) precisa más esta cifra y la sitúa en unos 130 millones de niñas y mujeres.

La ablación del clítoris afecta diariamente a más de 8.000 niñas y mujeres en África, continente donde es una práctica frecuente en 28 países, aunque también se han documentado casos en países de Oriente Medio (Emiratos Arabes Unidos, Israel e Iraq) y en Asia (India, Indonesia y Malasia).

Son datos de la Organización Mundial de la Salud (OMS) extraídos de un informe realizado en 2008 en colaboración con 10 agencias de la ONU, titulado "Eliminando la mutilación genital femenina".

La ablación del clítoris tiene graves efectos en la salud de las mujeres, entre otros por infecciones y dolor crónico. Además, según nuevos estudios, estas mujeres sufren un mayor riesgo de tener que dar a luz mediante cesárea, alargar su estancia en el hospital tras el parto y sufrir hemorragias.

La finalidad es castrar a la mujer para que no sienta placer en las relaciones sexuales y así no le sea infiel a su pareja.

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Una adolescente ugandesa descansa tras ser sometida a una ablación.

Gambia asume un ritual alternativo

Como parte de la lucha para eliminar la mutilación femenina, Gambia (Africa Occidental) aceptó realizar un ritual alternativo y respetuoso con la tradición pero sin ablación.

El gobierno de Gambia ha asumido y aprobado un proyecto dirigido por una investigadora de la Universidad Autónoma de Barcelona para abolir esta tradición.

La directora científica del grupo interdisciplinar para la prevención y el estudio de las prácticas tradicionales perjudiciales de la universidad barcelonesa, Adriana Kaplan, ha presentado junto a la enfermera Juana Moreno, que coordina el proyecto en Cataluña, la metodología alternativa de iniciación femenina aceptada por el gobierno gambiano.

El proyecto se denomina "Iniciación sin Mutilación" y ha sido asumido como Programa Nacional del Gobierno de Gambia, un "hito especialmente relevante", según Kaplan, que recuerda que hace 10 años el ejecutivo de este país africano prohibió cualquier trabajo de sensibilización sobre las mutilaciones genitales femeninas, por considerar que la ablación era enfocada con agresividad por algunas organizaciones no gubernamentales.

La investigadora ha explicado que la intervención de la vicepresidenta de Gambia, Isatou Njie-Saidy, ha sido muy importante para que se considerara aplicable este ritual, que propone respetar la transmisión de los conocimientos femeninos y el reconocimiento público del nuevo estatus de las niñas, aunque eliminando la fase más traumática de la ablación física.

Origen de la ablación

Es un ritual de iniciación en origen realizado a las niñas de algunos países de África, Oriente medio y otros. La costumbre es de procedencia incierta, localizada en la zona centro-africana.

Es practicada en muchos casos como rito de iniciación a la edad adulta. En algunos casos se recurre a tradiciones religiosas para argumentar en su favor, pero lo cierto es que ni la doctrina musulmana ni la cristiana dicen nada sobre este tipo de mutilación.

La pérdida casi total de sensibilidad es la principal consecuencia para las afectadas, con el añadido trauma sicológico.

Hay mujeres que mueren desangradas o por infección en las semanas posteriores a la intervención, ya que se realiza casi siempre de manera rudimentaria, a cargo de curanderas o mujeres mayores, y con herramientas no muy ortodoxas como cristales, cuchillos oxidados o cuchillas viejas de afeitar y nunca en centros sanitarios.

Existen varios tipos de ablación: Amputación del prepucio del clítoris (circuncisión), pudiendo extirparse en parte o en su totalidad el clítoris; escisión o mutilación del prepucio total o parcial, del clítoris y los labios menores, conservando los labios mayores; y infibulación que consiste en la extirpación del clítoris y labios mayores y menores. Después del acto, hay un cosido de ambos lados de la vulva hasta que queda prácticamente cerrada, dejando únicamente una abertura para la sangre menstrual y la orina.

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