Joan Turner dijo estar sorprendida por el fallo que procesó al teniente coronel en retiro del Ejército Mario Manríquez Bravo como autor del homicidio calificado de su esposo.
La viuda del asesinado cantautor Víctor Jara, Joan Turner, dijo haber recuperado la fe en la justicia tras el procesamiento en calidad de autor del homicidio al teniente coronel en retiro del Ejército Mario Manríquez Bravo.
"Estoy muy impactada porque después de 31 años (...) es, digamos, la comprobación de una verdad que uno ha sabido durante tantos años", señaló Turner en entrevista con Libre Acceso.
Según la viuda de Víctor Jara, si realmente se hace justicia en este caso, se estaría ante la llegada de una nueva época en la vida de las personas que sufrieron la muerte de familiares durante la dictadura.
"Ahora viene una época mejor en ese sentido, porque realmente estos crimenes sin resolución, sin responsables, es algo que ha envenenado la vida de tantas personas y yo me incluyo, entonces hace mucho tiempo que ya no tenía esperanza de haber llegado a este punto", dijo.
Respecto a los victimarios de su esposo, Joan Jara señaló que "nunca he vivido con un deseo de venganza, de odio, porque así no se puede vivir".
Horacio Salinas pidió un mea culpa a músicos que apoyaron a la dictadura
El fundador de Inti Illimani, Horacio Salinas, llamó a los músicos que apoyaron a la dictadura a efectuar un mea culpa sobre su actitud en la época.
"No sé si exista dignidad o algunos personeros que tuvieron gravísimos roles como es el caso de Benjamín Mackenna (director de Los Huasos Quincheros) (...). Ellos fueron de alguna manera cómplices de una situación tremendamente atroz en lo humano. Sería sin duda un gesto enaltecedor (...) que se pusieran absolutamente al margen de esos actos", señaló.
Por su parte, Eduardo Carrasco, integrante de una de las facciones de Quilapayún, se mostró muy emocionado con el esclarecimiento de este caso "emblemático" y "terrible".
"Que bueno que la justicia llegue por fin, es un caso emblemático, terrible, que a nosotros nos afectó puesto que Víctor trabajó con nosotros y tal vez su muerte es el modo como más cerca nos tocó el golpe militar, la violencia y la terrible estupidez, la ignorancia de quienes cometieron estos hechos", dijo.
"Creo que hay que ver esto con satisfacción puesto que si la justicia comienza la llegar -incluso- en estos casos, parece muy positivo", agregó.
El fallo del juez con dedicación exclusiva Juan Carlos Urrutia estableció que Víctor Jara fue brutalmente golpeado y torturado al interior del Estadio Chile, especialmente en sus manos, las que fueron azotadas con culata de fusiles, por lo que quedaron reducidas a una sola yaga.
El 15 de septiembre de 1973 su cuerpo -con 34 impactos de bala- fue arrojado en las cercanías del Cementerio Metropolitano de Santiago.
