El presidente estadounidense reiteró su negativa a aceptar el protocolo de Kioto y aseguró insistirá en el desarrollo de nuevas tecnologías menos contaminantes que el petróleo.
El presidente de Estados Unidos, George W. Bush, descartó que su país vaya a comprometerse a aceptar límites en las emisiones de dióxido de carbono como los establecidos en el protocolo de Kioto sobre el cambio climático.
En declaraciones transmitidas este domingo por la cadena de televisión británica ITV con motivo de la próxima cumbre del G-8 en Gleneagles (Escocia), Bush dejó claro que no aceptará ningún acuerdo de ese tipo.
"El tratado de Kioto habría arruinado nuestra economía, si se me permite hablar con crudeza", afirmó el mandatario del país norteamericano.
Bush reconoce que el cambio climático "es un tema importante y a largo plazo al que tenemos que hacer frente", pero aclaró que la respuesta no puede ser los límites fijados multilateralmente.
En cambio, afirmó su intención de discutir con sus colegas del G-8 de la posibilidad de desarrollar nuevas tecnologías que permitan limitar el impacto del cambio climático sin que empresas ni individuos vean reducido el suministro energético.
En ese sentido recordó las inversiones de 20.000 millones de dólares de su Gobierno en el desarrollo de esas nuevas tecnologías: automóviles propulsados por hidrógeno o el "secuestro" del carbono en depósitos subterráneos.
"Mi esperanza –agregó- es que Tony Blair esté dispuesto a pasar la página de Kioto y colaborar en nuevas tecnologías que permitan a Estados Unidos y a otros países" limitar su dependencia de los combustibles fósiles.
"Ello hará que el aire sea más limpio y reforzará nuestra seguridad nacional y económica al hacernos menos dependientes de las fuentes de crudo extranjeras", explicó Bush en la entrevista. (EFE)
