El renunciado secretario de Estado responsabilizó a infiltrados de los ataques incendiarios contra la sede diplomática, en medio de la ola de ataques por caricaturas de Mahoma publicadas en Europa.
El ministro libanés de Interior, Hassan Saba, presentó su dimisión al Gobierno -reunido en sesión extraordinaria-, tras los incidentes que siguieron a la protesta por la publicación en varios medios europeos de caricaturas del profeta Mahoma.
Este domingo, el barrio beirutí de Achrafieh vio como iracundos manifestantes quemaron el consulado de Dinamarca, atacaron iglesias y destruyeron autos, locales comerciales y viviendas.
El renunciado ministro culpó de los incidentes al comportamiento de personas infiltradas entre los manifestantes, sin hacer más precisiones.
Saba anunció que hasta el momento habían sido detenidas 174 personas, supuestamente involucradas en los incidentes, de las que 38 son palestinos, 76 sirios y 25 aún no han sido identificados.
También aseguró que los agentes antidisturbios "tomaron las medidas pertinentes" para hacer frente a la manifestación, pero que se vieron desbordados.
"Tenían dos alternativas, o bien impedir la manifestación o bien dar la orden de utilizar las armas, algo que nunca harían", aseguró.
Hassan Saba precisó que había tomado la decisión de renunciar antes que dos líderes cristianos, el general Michel Aun -jefe de un importante grupo parlamentario- y Samir Geagea -dirigente del partido Fuerzas Libanesas- hubieran pedido la dimisión del Gobierno por los altercados.
La manifestación, en la que participaron unas 10.000 personas, había sido convocada por la Campaña Nacional de Defensa del Profeta Mahoma, integrada por varios grupos islámicos, que había instado a los musulmanes a protestar de forma pacífica ante la sede diplomática danesa.
Varios líderes religiosos criticaron tanto el comportamiento de los manifestantes como el de las fuerzas de seguridad.
"Así no se defiende el Islam", dijo Assad Jarmush, jefe del grupo Yamá Islamiya, que participó en las protesta, y quien también criticó la actuación de los policías, porque "no debían haber utilizado sus armas", con lo que contradijo las declaraciones del ministro Saba. (EFE)
