Los legisladores no lograron los tres quintos de los votos en la Asamblea General.
A partir de 2010, en el próximo período legislativo, se podrá presentar un nuevo proyecto de ley.
Los legisladores oficialistas de Uruguay que aprobaron la despenalización del aborto no lograron este jueves la mayoría necesaria en la Asamblea General del Congreso para anular un veto presidencial sobre la ley que permitía el procedimiento.
El Congreso había aprobado la semana pasada una ley que permitía la interrupción voluntaria del embarazo antes de las 12 semanas de gestación, pero el presidente Tabaré Vázquez vetó la iniciativa días después, alegando razones éticas y científicas.
Para anular el veto se necesitaban tres quintos de los legisladores presentes en la Asamblea General.
Varios legisladores de la gobernante izquierda criticaron la decisión del mandatario en la sesión de la Asamblea, mientras la mayoría de la oposición se mostró satisfecha con la posición presidencial.
Sólo dos legisladores del Gobierno apoyaron el veto, mientras el ex presidente Julio Sanguinetti, senador del Partido Colorado de centroderecha, fue el único parlamentario de la oposición que votó en contra de la decisión de Vázquez.
Los legisladores oficialistas impulsaron la aprobación de la ley pese a que Vázquez había dicho, poco después de asumir en 2005, que vetaría cualquier iniciativa que permitiera el aborto.
Recién a partir de 2010, cuando comience el próximo período legislativo, se podrá presentar un nuevo proyecto de ley para autorizar el aborto.
En Uruguay rige una ley de 1938 que castiga con prisión a quien se someta a un aborto, así como a las personas que colaboren en el procedimiento. Solamente está habilitado en casos de violación o riesgo de vida de la madre o el feto.
Según datos de grupos a favor de la despenalización del aborto, en Uruguay -con una población de 3,3 millones de habitantes- se realizan unos 30.000 abortos anuales, cuyo costo puede llegar hasta los 1.000 dólares.
