A siete meses de reconstruir la cara de Isabelle Dinoire, especialistas resaltaron el éxito de la cirugía ante su buen proceso de recuperación sicológica y de sensibilidad.
Los médicos a cargo del primer trasplante de rostro calificaron como un éxito el resultado de la cirugía afirmaron en un artículo que publicó la revista The Lancet que sólo cuatro meses después de la cirugía la recuperación de sensibilidad de la paciente había sido "excelente" y su progreso sicológico había sido bueno.
Dinoire, de 38 años, que quedó desfigurada luego de ser atacada por su perro, recibió los labios, la nariz y la mandíbula de una donante en una operación de 15 horas efectuada el 27 de noviembre de 2005 en el norte de Francia.
En un comentario publicado este lunes en la edición online de la revista científica The Lancet, los médicos dijeron que los excelentes resultados cosméticos han sorprendido no sólo a la paciente, sino también a la comunidad médica.
"Es difícil imaginar que el mismo nivel de éxito ... se hubiera logrado con las técnicas existentes", sin apelar a un trasplante, escribió el doctor Patrick Warnke, un cirujano facial de la universidad de Kiel, en Alemania, en el comentario.
En la misma revista, el doctor Bernard Devauchelle, de la universidad de Amiens, explicó cómo él y otros cirujanos usaron tripas de gusanos de seda para drenar fluidos durante la operación practicada a Dinoire, y mantuvieron el rostro de la donante sobre esponjas heladas mientras preparaban el trasplante.
Una semana después de la operación, la mujer podía comer y masticar, y rápidamente mejoró su habla. Cuatro meses más tarde, había retornado a su rostro la mayor parte de la sensación, extendiéndose al borde de uno de los labios.
Sin embargo, Dinoire todavía no puede mover su labio inferior o sonreír a plenitud, y los médicos dicen que tal vez nunca se sienta libre de la amenaza de rechazo.
Dinoire ya lo experimentó una vez, cuando su nuevo tejido adquirió una tonalidad roja como la remolacha. Para que recuperara un tono normal, hubo que administrarle grandes dosis de una droga que suprime la actividad inmunológica. Pero la mujer deberá tomar esas drogas durante toda la vida para evitar perder sus nuevas facciones.
Pese a ese contratiempo, la operación no sólo restableció su apariencia, sino también la confianza en sí misma, dijo el informe. Y ahora, Dinoire está dispuesta a ponerse en contacto nuevamente con sus congéneres. (Agencias)
