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Mitos y verdades de las cirugías bariátricas

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Autor: Cooperativa.cl

Estas intervenciones han aumentado en los últimos cinco años debido a la mala alimentación de los chilenos.

Expertos advierten que estas operaciones sólo son indicadas para casos necesarios y no deben ser vistas como cirugías estéticas.

Mitos y verdades de las cirugías bariátricas
 EFE / Archivo

En Chile, el 60 por ciento de la población adulta tiene sobrepeso u obesidad.

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La ajetreada vida de los chilenos y su mala alimentación han provocado en los últimos cinco años un auge en las cirugías bariátricas, la opción que muchas personas con obesidad ven como única salida para bajar de peso e iniciar una vida saludable.

Carmen Santander, cirujana bariátrica de Clínica Las Lilas, explica que estas operaciones están indicadas para aquellos que tienen un Índice de Masa Corporal (IMC) superior a 30 y que además presenten enfermedades asociadas puesto que se pueden mejorar "notablemente" con la baja de peso.

La directora nacional del Colegio de Nutricionistas, Karen Riedemann, aporta que el IMC determina el grado de obesidad del paciente. Así, sobre 40 se determina la obesidad mórbida, "un buen candidato para someterse a una cirugía bariátrica".

También lo son aquellas personas que tienen un IMC de 35 y que además presentan "alguna comorbilidad médica tanto como diabetes, hipertensión o lipidemia", explica Riedemann.


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Esta es la tabla para determinar el grado de obesidad según el IMC.

 

La doctora Santander añade que estas cirugías se pueden realizar en personas de 16 años en adelante, sin embargo, a esa edad no hay una norma fija, sino más bien se debe considerar el "caso a caso".

Con respecto a la edad máxima, esto dependerá de los reales beneficios que podría obtener un adulto mayor. "Puede existir una persona de 70 años que realmente tenga una buena condición física, con obesidad y con enfermedades severas metabólicamente hablando y pueda soportar una cirugía", argumenta Santander.

¿Qué tipos de cirugías existen?

La cirujana explica que hoy las intervenciones con "mejores resultados" son "el Bypass Gástrico Laparoscópico que es la cirugía que más tiempo tiene en vigencia y que está ampliamente probada. Y últimamente la llamada manga gástrica o Gastrectomía Tubular Vertical que tiene menos tiempo".

Esta última técnica, acota la doctora Santander, "es menos agresiva que el bypass por lo que es para un espectro de pacientes un poco distinto, quizás esos pacientes que no necesitan tanta cirugía y que quizás un bypass es demasiado".

Ambas intervenciones, añade, "funcionan por restricción. Es decir, la capacidad del estómago la disminuyen en más del 90 por ciento". Así, con la manga "se achica el estómago, se corta un pedazo y la persona tiene un estómago muy pequeño por lo que come muy poco y se siente satisfecha".

En el caso del bypass gástrico se repite este proceso, sin embargo, "se produce un fenómeno de mala absorción porque el intestino se conecta directamente al estómago, entonces la comida pasa y se 'bypasea' el duodeno y páncreas", detalla.

Cambios de hábitos

El perfil sicológico y la capacidad para cambiar de hábitos son trascendentales para que la operación sea un éxito.

La doctora Santander cuenta que "lo más complicado para un paciente en general son los hábitos. Primero deben acostumbrarse a este gran cambio que es el comer diferente, el tener que hacer ejercicios y el canalizar la ansiedad, tener una relación diferente con los alimentos".

"Cambiar patrones que uno tiene por años es lo más difícil", recalca.

En la misma línea, Karen Riedemann manifiesta que "el tratamiento nutricional para crear hábitos es lo más importante" ya que "la cirugía bariátrica para adultos tampoco asegura que vayas a permanecer en la baja de peso".

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Los pacientes deben comprender que el cambio de hábito en la alimentación es fundamental para mantener el peso adecuado después de la operación. (Foto: UNO)

¿Se puede volver a subir de peso?

La cirujana del Centro de Obesidad de Clínica Las Lilas explica que al menos un 25 por ciento de las personas que se han sometido a una de estas cirugías sufren la temida "reganancia de peso" y el principal problema de ello es que "el paciente no adopta estos cambios de estilo de vida tan completamente como uno quisiera".

La doctora Santander añade que "a partir de los tres años" hay más riesgo de reganancia.

"El primer año la cirugía lo hace todo, el segundo año también ayuda, pero la persona, si no adoptó los buenos hábitos o si los empezó a olvidar, se nota que puede subir de peso".

Por necesidad, no por estética

Carmen Santander enfatiza que "la obesidad sí es un enfermedad y las patologías que tienen que ver con la obesidad hacen que las personas vivan menos años y tengan peor calidad de vida".

Por ello, la cirujana comenta que, "en algunos casos, las personas la toman como cirugías estéticas porque ven casos que no necesariamente la requerían o en personas que tenían tres o cuatro kilos de más".

"Para cirugía estética hay que ir al cirujano plástico", enfatiza la doctora quien añade: "Es someterse a un riesgo en vano".

"Esta cirugía es para mejorar la calidad de vida y tratar enfermedades. Claro, además las personas bajan de peso y se ven y se sienten mejor", pero eso "no quiere decir que el fin de la cirugía sea estético".

Según datos del Ministerio de Salud, en Chile uno de cada cuatro niños de primero básico es obeso, situación que no mejora en la población adulta donde el 60 por ciento tiene sobrepeso u obesidad.

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