El oftalmólogo Tomás Rojas explicó que la exposición solar es indispensable para la buena salud visual.
La masificación de las tablets y los teléfonos inteligentes va en el sentido contrario, apuntó.
La consulta oftalmológico y los hábitos de vida saludables son importantes para evitar el avance de la enfermedad.
El oftalmólogo de la Clínica Iopa Tomás Rojas comentó este jueves en Una Nueva Mañana de Cooperativa el aumento de los casos de miopía en Chile, y explicó que la falta de exposición a la luz solar, por parte de las personas, es una de las causas de su avance.
La miopía es una enfermedad visual habitual, en la que el globo ocular no se desarrolla correctamente y genera una fijación errónea de la imagen en la retina, lo que se traduce en visión borrosa a distancia.
Rojas explicó que, si bien se creía que la cantidad de horas de estudio y el uso masivo de pantallas incidía directamente en su avance, últimamente se ha establecido que no es el factor principal.
"Lo que se esconde detrás de muchas horas de estudio son las pocas horas de luz que pasa uno en el día: el poco tiempo al aire libre. Aparentemente esto podría estar influenciando el desarrollo de la miopía en los niños (...) El tema de las tablets y teléfonos inteligentes hace que los niños pasen menos al aire libre", ejemplificó.
El especialista también apuntó que "en el nacimiento uno viene determinado con una carga genética que te la entregan tus padres, y eso tiene que ver con la potencialidad de desarrollar este tipo de enfermedades (...) pero si sometemos (a los niños) a métodos de hábitos distintos, podríamos prevenir muchas de estas enfermedades".
Lentes no frenan la enfermedad
Rojas recordó también la relevancia de los controles oftalmológicos, debido a que el uso de lentes ópticos o de contacto no frena el desarrollo progresivo de la enfermedad, sino que sólo ayuda a ver bien, pero el problema sigue aumentando internamente.
Si bien no existe un tipo de ejercicio para eliminar la enfermedad, hay diversos tratamientos que se recomiendan, dependiendo del grado de la enfermedad, como la exposición de al menos tres horas diarias de sol; el uso de gotas de atropina o lentes de contacto innovadores que contienen una tecnología avanzada que evita el progreso.
