La mujer mintió durante años a los padres y recibió una dura pena.
"Por pura suerte y azar es que esos niños no están muertos", dijo el juez.
January Neatherlin, una mujer de 32 años fanática del Crossfit, fue condenada a más de 21 años de cárcel por un grave caso de negligencia y maltrato infantil en Oregon, EE.UU.
La mujer era también dueña de una guardería de niños en la que los padres tenían prohibido retirar a sus hijos entre las 11 am y las 2 pm, pues según Neatherlin esas eran sus horas de siesta.
De acuerdo con los reportes policiales obtenidos por The Oregonian, durante esas horas la mujer drogaba a los niños con melatonina para ir a clases de Crossfit y a broncearse.
La mujer enfrentó a la justicia por sus delitos y admitió su culpabilidad en 12 cargos criminales.
Su guardería, a la que asistían siete niños y bebés, era además ilegal. Entre otra de sus mentiras, la estadounidense decía ser enfermera.
Fue un ex novio de Neatherlin quien confesó el macabro plan de la mujer a la policía, que descubrió que ya tenía antecedentes criminales por robos y por asumir identidades falsas.
La mujer operó la guardería durante cinco años y administraba a los niños drogas inyectadas en gomitas y golosinas. Durante ese tiempo se reportaron varios casos de niños enfermos e incluso algunos terminaron hospitalizados.
"Les fallé, los decepcioné a todos", reconoció Neatherlin en el juicio, ante los padres de los niños que debía cuidar.
El juez que la sentenció a la cárcel agregó "hay algo roto y algo que falta dentro de ti. Por pura suerte y azar es que esos niños no están muertos".
