Empresas europeas están desarrollando proyectos con fitoplancton con el objetivo de desarrollar una alternativa ante el incierto futuro energético mundial.
Varias empresas de Europa y Oceanía están desarrollando proyectos en el que las algas son la fuente principal para producir petróleo ecológico o biopetróleo, con el objetivo de ser una alternativa ante el incierto futuro energético.
Millones de seres unicelulares producen el biopetróleo, que puede reemplazar al petróleo fósil, según expertos.
Los combustibles elaborados a partir de fitoplancton surgen como una alternativa al bioetanol -producido a partir de alimentos ricos en almidón que son convertidos en etanol-, que es apuntado como uno de los responsables de la crisis mundial de alimentos.
Científicos argumentan que además estos carburantes de origen vegetal no están ayudando a combatir el cambio climático, pues no reducen el CO2.
"Para producir una tonelada de aceite de girasol, que corresponde a nueve millones de kilocalorías, se tienen que gastar 19 millones de kilocalorías para el cultivo. Esto evidencia que al final, se emite dos veces más CO2 que con un petróleo fósil", afirmó a la BBC Bernard Stroïazzo, presidente de Bio Fuel-System.
"Utilizamos las microalgas porque es un sistema de fotosíntesis muy eficaz. Nosotros recuperamos el 100 por ciento de la energía solar, mientras que con otros biocombustibles se recupera una parte ínfima de la planta", agregó.
En tanto, el principal problema para estas empresas de producción de biopetróleo es encontrar cuáles son las especies que tienen mayor densidad de aceite y producen más cantidad de combustible.
"Existen unas 40.000 especies registradas de algas, pero pueden existir unas 100.000. El problema, es que no es tan fácil cultivar algas, tener acceso al proceso", explicó Stroïazzo.
Lo que está claro es que en los océanos se encuentra la mayor biomasa del mundo: las algas, un petróleo ecológico que, según sus defensores, podría ser capaz de sustituir al petróleo fósil. (Agencias)
