El largo camino que le queda a Wi Max para reinar en la banda ancha inalámbrica

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Autor: Cooperativa.cl

No quedan dudas de que se convertirá en la tecnología de moda en un tiempo más, pero aún "Max" deberá superar una serie de barreras para que el Wi-Fi sea algo del recuerdo.

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Por Claudio Cuevas ccuevas@cooperativa.cl

 

Lejos de las expectativas sobre nuevas modas en tecnologías inalámbricas, aún queda un extenso trecho para que en los computadores y dispositivos móviles el Wi Fi deba dar un paso al costado.

 

La posibilidad de que Wireless Fidelity ("fidelidad inalámbrica") dé paso al Wi-Max, la nueva tecnología que atrae las expectativas del público, es aún lejana.

 

Y la razón es sencilla: el "protocolo". "Fi" cuenta con 60 millones de dispositivos en todo el mundo, la mayor parte de ellos viajando al interior de procesadores de notebooks en todo el planeta, gracias a que trabaja con un código estándar.

 

Esto quiere decir que se puede acceder a él con dispositivos de diversas marcas que se pueden comprar en la tienda más cercana a precios económicos.

 

Pero para llegar a este punto, la tecnología Wireless debió andar un extenso camino.

 

Hace "mucho" tiempo...

 

Hace poco menos de una década, la conexión inalámbrica nació con dos tendencias claras: el servicio pensado en coberturas para la casa o la empresa, y el "megaservicio", buscando cubrir zonas de 20 kilómetros o más.

 

La primera línea comenzó a desarrollarse bajo el concepto de "bridge (puente) inalámbrico", orientado a las empresas o casas, con un rango de acción de no más de 30 metros y que buscaba distribuir, a través de una señal microondas, el clásico servicio ADSL o cable.

 

De aquí se desprendió el Wi-Fi "corporativo", destinado a mayores superficies a través de bridges más potentes, de entre uno y dos kilómetros.

 

Basada en esta tecnología es que se implementó el "Fi" Mesh, según explica el gerente de productos de la división de telecomunicaciones de Coasin -empresa dedicada a la integración de tecnologías de información y comunicaciones de última generación-, Christian Brickle.

 

El "Mesh" consistió en crear una "malla" de conexiones inalámbricas, ubicando "puntos de red" o "hot spots" cada 500 metros, con lo que se pueden cubrir grandes espacios, como es el proyecto "Puerto Montt Digital", inaugurado en noviembre de 2005.

 

Si bien esta tecnología permite el movimiento del usuario -a no más de 30 kilómetros por hora, a más velocidad se pierde la señal-, fue pensada sólo para ampliar la cobertura y no para convertirse en una posibilidad para los "cibernautas motorizados".

 

La velocidad de este sistema es la "normal" de la banda ancha, de entre 11 y 54 megabits compartidos, ya que su concepto base sigue siendo el retransmitir los códigos del ADSL.

 

La segunda vía no buscaba satisfacer necesidades restringidas geográficamente -una casa, una oficina, una empresa- si no cubrir la mayor cantidad de territorio posible. Así nace el sistema Wireless Local Loop, capaz de cubrir alrededor de 20 kilómetros a la redonda. Según explica Brickle, esto es similar al servicio "Will" que ofrece la empresa Entel en Chile.

 

Así nace Wi-Max, pensado en operar como una red capaz de cubrir con un sólo punto de distribución a las grandes metrópolis.

 

Wi Max: tratando de convertirse en teconología móvil

 

Dentro de "Max" hay dos códigos. El primero, y el más avanzado en su desarrollo, es el fijo. Puede llegar a una vivienda, sala u oficina a través de un equipo remoto, es decir una "cajita".

 

Su principal ventaja, explica Brickle, es su trabajo sin "líneas a la vista". Esto no tiene nada que ver con cables, que no los necesita. Significa que la torre, por ejemplo, desde donde se emitiría la señal para toda una ciudad, no necesita estar "a la vista" para poder funcionar.

 

Así, aunque haya edificios, árboles, o cualquier otra interrupción entre el punto de emisión y nuestro equipo, con Wi-Max la señal llega "por medio de rebotes". Con Wi-Fi, la señal se vería afectada.

 

Esto da una gran ventaja tanto para el posible consumidor como para quien preste el servicio. Esto porque, actualmente, las redes "Fi" tienen una efectividad de sólo 50 por ciento. Es decir, de cada dos clientes que quieren el servicio, sólo uno está técnicamente habilitado para recibirlo, afirma el experto de Coasin. En cambio, con "Max" la efectividad aumenta a 90 por ciento.

 

Otro punto a favor del "Max" fijo es que llega al PC a través de un equipo remoto. En el proyecto de sus impulsores, un país completamente bajo la red Wi-Max permitiría tomar la "cajita" e irse de vacaciones a la playa y conectarse a cualquiera de los servicios que le ofrezcan los operadores. Lo que los expertos laman "conexiones nomádicas".

 

Además, su ancho de banda, de entre 10 y 20 megabits, es estable y no variable de acuerdo a la distancia desde el hot spot, como en el caso de Wi-Fi. Junto con esto, permitirá las conversaciones de voz a través del sistema IP con calidad telefónica.

 

¿Significa el triunfo del Wi-Max? No. Por ahora, comenta Christian Brickle, las mayor parte de las ventajas del "Max" están lejos de llegar al consumidor. La principal razón son los protocolos.

 

Aún no se desarrollan dispositivos estándar que permitan poder "recoger" la señal del Wi-Max y bajarla a cualquier computador. Existen, pero son hechos de manera exclusiva por los mismos propietarios que emiten la señal "Max", por lo que sirven sólo para "esa" señal.

 

Donde queda más clara esta "cojera" es con el incipiente segundo código del Wi-Max. Se trata del sistema móvil, conocido también como el "Wi-bro", por Wireless Broadcastting. La tecnología existe, pero es necesario que una empresa como Intel desarrolle un chip que opere como el "Centrino" para las redes Wi-Fi. Es decir, uno se puede conectar en cualquier lado a cualquier red.

 

Cuando esto suceda, internet en movimiento será una realidad. Pruebas iniciales demostraron que a altas velocidades la señal del Wi-Max no se ve afectada de ninguna forma y opera tal como si estuviéramos sentados en un café.

 

Wi-Fi y Wi-Max, un complemento

 

La unión. Ese es el futuro más cercano que ve el gerente de productos de la división de telecomunicaciones de Coasin, al menos por los próximos años, hasta que "Max" no logre la tecnología necesaria para independizarse.

 

La complementariedad se daría de la siguiente manera: empresas como la mexicana Telmex, que no cuentan con el "cableado" de Telefónica, ni las redes extendidas por VTR en los últimos años para difundir su señal, deberá acudir a ambas tecnologías para poder prestar un servicio de internet.

 

Wi-Max serviría para cubrir Santiago, por ejemplo, bajo una señal única, la que sería distribuida a través de Wi-Fi a PC, notebooks y celulares.

 

Los costos serán durante largo tiempo más altos en "Max" que "Fi", debido a que está última lleva siete años de ventaja durante los cuales ha logrado que se creen en torno a él más de 60 millones de dispositivos disponibles en el mercado, lo que le permite tener bajos costos que son prohibitivos, en una primera etapa, para su hermano más joven. (Cooperativa.cl)

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