Fibertel, del grupo Clarin, deberá dejar de prestar servicios en 90 días.
La decisión se debería a razones políticas, según denunció la compañía.
El gobierno argentino anunció que Fibertel, proveedor de internet del conglomerado de medios Clarín, ya no podrá vender sus servicios y otorgó 90 días a sus más de un millón de usuarios para cambiar de proveedor.
La medida afecta directamente al Grupo Clarín, con el que el Gobierno está abiertamente enfrentado, ya que los negocios de internet y de TV por cable representan el 64,9 por ciento de sus ingresos. Esta polémica se suma a otros choques entre el Ejecutivo y la poderosa compañía.
La resolución de la Secretaría de Comunicaciones indicó que Fibertel incumplió el reglamento general de licencias, debido a que decidió su propia disolución tras ser absorbida por Cablevisión, que suministra televisión por cable.
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| El gobierno federal y Clarín están enfrentados hace tiempo. |
"No puede hacerlo más. Queda desautorizada a prestar servicios", dijo Julio de Vido, ministro de Planificación Federal, quien agregó que la fusión entre Cablevisión y Fibertel no había sido aprobada por el Estado, y agregó que Fibertel había estado "operando ilegalmente".
Fibertel, que opera como Cablevisión/Fibertel, calificó la decisión como "ilegal y arbitraria". "La medida busca reducir drásticamente la competencia y consagrar el monopolio de las telefónicas", dijo la empresa, que denunció "hostigamiento" y dijo que apelaría la medida.
El grupo Clarín, a través de una nota publicada en el sitio de internet, calificó la decisión oficial como una "embestida" del Gobierno contra la compañía, cuyos medios de comunicación son duros críticos de las políticas de la presidenta argentina, Cristina Fernández.
