Baltasar Garzón se sumó a la defensa del fundador de Wikileaks

Wikileaks informó que el jurista español Baltasar Garzón asumirá la dirección jurídica de los abogados que representan a Julian Assange y a su portal, que divulgó miles de cables diplomáticos confidenciales, especialmente del Gobierno de Estados Unidos.

El jurista español es recordado por haber solicitado la detención de Pinochet en Londres en 1998. (Foto: EFE)

Wikileaks consideró "magnífico" que Garzón se haya sumado al equipo legal que defiende a Assange, refugiado en la embajada ecuatoriana en Londres desde el pasado 19 de junio, y cuya extradición solicita Suecia en relación con una causa por supuestos delitos sexuales contra dos mujeres suecas.

Assange se asiló después de agotar en territorio británico todos los recursos contra su extradición.

En un diálogo telefónico con la agencia Efe, el vocero de Wikileaks, Kristinn Hrafnsson, dijo que es "magnífico" contar con el apoyo de Garzón, puesto que es un jurista con "mucha experiencia" en este tipo de casos.

El portavoz indicó además que el ex juez español estuvo recientemente en Londres para tratar el caso con el propio Assange y se espera que vuelva pronto a esta capital británica, si bien no especificó la fecha. Ambos abordaron la estrategia jurídica para su defensa de los "abusos de proceso y de arbitrariedades" que supuestamente ha sufrido.

Falta de garantíasAssange es sospechoso de abusos sexuales en Suecia, pero el periodista y ex hacker, de 41 años, mantiene que en realidad sufre una "persecución" instigada por Estados Unidos.

De acuerdo con Wikileaks, Garzón "mostró su grave preocupación por la ausencia de garantías" a las que se ha sometido a Assange, quien lleva más de un mes en la embajada ecuatoriana a la espera de una decisión sobre su petición de asilo.

El presidente ecuatoriano, Rafael Correa, ha indicado que tratará el tema "con mucha seriedad", adoptará una decisión "soberana" al respecto y se tomará el tiempo que sea necesario para resolver esa solicitud.

Baltasar Garzón alcanzó notoriedad mundial tras solicitar la extradición del dictador Augusto Pinochet mientras estaba en territorio británico, en 1998.