El gobierno estadounidense requirió información sobre sus políticas energéticas.
Hillary Clinton pidió que se investigase en profundidad la relación entre ambos mandatarios.
Nuevos cables de Wikileaks revelaron que el gobierno de EE.UU. ordenó investigar la relación del primer ministro Italiano, Silvio Berlusconi, con el ex presidente ruso, Vladimir Putin, y sus posiciones en el frente energético.
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emás de resaltar los defectos del polémico mandatario, que enfrenta una acusación por abuso de poder y prostitución infantil, la verdadera preocupación de EE.UU. es la estrecha relación entre Berlusconi y Putin, según publicó el diario italiano "La Repubblica"
Uno de los cables publicados registró que Estados Unidos desea equilibrar la creciente influencia rusa en el frente de la energía pero, notó con preocupación que "Italia desafortunadamente, sin embargo la favorece".
A raíz de eso, el embajador estadounidense en Roma, David Thorne, sugirió a Washington: "Debemos hacer entender a Berlusconi que tiene una relación personal con nosotros y debemos secundar sus convicción de que es un estadista experto".
"Pero la operación no es fácil, la unión de 'Il Cavaliere' con "su amigo Vladimir" es sólida y tiene raíces misteriosas", agregó el embajador.
En enero de 2010, tras recibir el mensaje del diplomático, Hillary Clinton ordenó a la representación diplomática en Roma profundizar las "posibles relaciones e inversiones personales que hay entre Putin y a Berlusconi y que puedan influir la política energética de los dos países".
