Pero el caso de Mickey es sólo la punta del iceberg de una decisión que afectará a las obras de centenares de artistas y empresas en Estados Unidos -que suponen miles de millones de dólares en derechos de autor-, cuyo uso se puede convertir en gratuito si los magistrados del Supremo deciden que la ley es anticonstitucional.
En 1998, el Congreso estadounidense aprobó la Ley Sonny Bono de Extensión de los Términos de Propiedad Intelectual que aumentó en 20 años el tiempo que artistas y empresas controlan la propiedad intelectual de sus obras. Hasta ese momento, según las leyes estadounidenses, un autor controlaba los derechos sobre su obra durante toda su vida más 50 años después de su muerte, mientras que para las empresas el periodo estaba fijado en 75 años.
El problema es que muchos juristas consideran que el Congreso rebasó el límite de su autoridad al aprobar la ley -bautizada en honor del ya fallecido Sonny Bono, ex esposo de la cantante Cher-, porque la Constitución establece que el derecho de propiedad está "limitado".
Larry Lessig, profesor de Derecho de la Universidad de Stanford que emprendió el caso contra la Ley Sonny Bono, indicó que si el Supremo no revoca la extensión aprobada por el Congreso, la propiedad intelectual puede no tener ningún límite. "A menos que el tribunal diga basta, no habrá límites", afirmó Lessig.
El problema de los límites
La opinión de Lessig es compartida por magistrados del Supremo como Sandra Day O'Connor, quien sugiere que el Congreso va demasiado lejos con la ley de extensión aunque, técnicamente, siga existiendo un límite a los derechos de autor.
"Es más extenso de lo que uno consideraría deseable, pero ¿no sigue siendo limitado? Esto se opone a los que los padres constitucionales tenían en mente. Pero, ¿es anticonstitucional?", se preguntó O'Connor.
Otro de los jueces del Supremo, Antonin Scalia, también se preguntó por las motivaciones del Congreso al aprobar la ley en 1998 justo cuando muchas creaciones estaban a punto de pasar a ser públicas. "¿Por qué es injusto si [los autores] obtienen lo que es justo en el momento que producen su trabajo?", precisó Scalia.
El argumento de Scalia fue contrarrestado por el fiscal Theodore Olson, en representación del Gobierno de EE.UU., que quiere que la Ley Sonny Bono siga existiendo y explicó que las leyes también sirven para promover la distribución de los trabajos.
Publicación gratuita en internet
La pérdida de los derechos de autor significaría que música, libros, películas o personajes, como el propio Mickey Mouse, podrían ser utilizados gratuitamente por cualquier persona, haciendo posible su publicación, por ejemplo en internet, sin tener que pagar derechos de autor.
Por ello, las grandes empresas del sector, desde empresas discográficas hasta estudios de Hollywood, han presionado desde hace años por la extensión de los derechos de autor. Entre las obras "amenazadas" están películas clásicas como 'Casablanca', 'El mago de Oz' o 'Lo que el viento se llevó'.
Desde la promulgación de la Constitución estadounidense, el tiempo concedido a los derechos de autor se ha ido extendiendo paulatinamente hasta llegar a los 50 años reconocidos en 1976.(Agencias)