Pintura chilena de la segunda mitad del siglo XX desembarcó en Madrid

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Autor: Cooperativa.cl

Exposición del Museo de América de la capital hispana hace un repaso por obras de Roberto Matta, José Balmes y Gracia Barrios, entre otros.

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Una panorámica general de la pintura chilena desde los años 50 del pasado siglo hasta 2000, trazada con una treintena larga de obras de otros tantos artistas, resume la propuesta de la exposición "Pintores chilenos contemporáneos de la segunda mitad del Siglo XX", inaugurada este viernes en Madrid.

 

La muestra, organizada en el Museo de América en colaboración con la Embajada de Chile y que se podrá ver hasta el próximo 30 de octubre, refleja también los profundos cambios políticos y sociales vividos por el país en ese lapso de tiempo.

 

Arranca recordando cómo a principios del siglo XX los pintores chilenos, ajenos a las nuevas ideas europeas, seguían haciendo un arte heredero del neoclasicismo y el romanticismo francés.

 

El cambio radical vendría de la mano de un ministro de entonces, Pablo Ramírez, quien, en un acto sin precedentes, decidió en 1928 cerrar temporalmente la Escuela de Bellas Artes y mandar a Europa a sus profesores -la "generación del 28"-, a empaparse de los cambios producidos.

 

Ellos serían importadores de los conceptos y las técnicas impresionistas, cubistas, fauvistas, expresionistas y abstractas, y trasladarían así los soportes de todo aquello a lo que los artistas plásticos chilenos recurrirían en busca de su propia identidad en las futuras vanguardias.

 

Roberto Matta, uno de los máximos representantes del surrealismo abstracto; con el cubano Mario Carreño -que estuvo en España antes de la Guerra Civil española- y Nemesio Antúnez, fundador del Taller 99 y director del Museo de Bellas Artes de Santiago en dos momentos diferentes de su vida, son los artistas con los que se abre esta muestra, que está comisariada por Carlos Vásquez.

 

El recorrido prosigue con los grupos Rectángulo, surgido en los años 50 -y liderado por Ramón Vergara Grez- en busca de un arte nuevo dentro de la abstracción geométrica, y Signo, nacido en la década siguiente con artistas como José Balmes, Gracia Barrios o Eduardo Bonatti, muy influidos por gente como Tapies.

 

La cronología hace después un alto en 1973, el año del golpe militar de Augusto Pinochet, como "Fin de la Utopía" y como momento a partir del cual muchos de los artistas se vieron obligados a exiliarse, sobre todo a Francia o España, donde sus posteriores trabajos dejarían ver sus respectivas rupturas vitales.

 

Es el caso de pintores como Balmes, Bonatti, Dolores Walker, Gracia Barrios y Guillermo Núñez, entre otros.

 

Los años ochenta y noventa asisten al surgimiento de una nueva promoción de artistas más integrados ya con la vida del país y con lo que, paulatinamente, irá siendo la normalización política y el regreso de la democracia.

 

Enrique Zamudio, Bororo, Benjamín Lira, Gonzalo Cienfuegos o Concepción Balmes son algunos de estos artistas, liberados ya de las tensiones políticas que habían marcado a las generaciones anteriores. (EFE)

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