Bryce Echenique escribirá sobre la pena y la tristeza

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Autor: Cooperativa.cl

El escritor peruano habló de su siguiente novela.

Además repasó sus cuatro décadas con la literatura.

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El escritor fue entrevistado en Berlín
"Los escritores, y los artistas en general, ponemos en nuestra obra mucho de aquello que no pudimos poner en nuestra vida", asegura Alfredo Bryce Echenique, uno de los narradores latinoamericanos más publicados y traducidos.

Al cumplirse 40 años de la publicación de su primera obra, el libro de cuentos "Huerto cerrado" en 1968, Alfredo Bryce Echenique conversó con BBC sobre lo humano y lo literario.

Dice que hace 10 años se quitó su bigote, pero los fotógrafos parecen no haberse enterado. Casi pasamos de largo en la sala del Instituto Cervantes de Berlín al buscar su más famosa indumentaria corporal.

Pero estaba ahí y -bien mirado- sólo puede ser él quien espera, Alfredo Bryce Echenique, con ese aire de despistado y la desconcertante mezcla de amabilidad e ironía.

Sacando cuentas Bryce corrobora que cumple exactamente 40 años de escritor. En octubre de 1968 publicó "Huerto Cerrado", su primera obra. "Hasta entonces no había escrito absolutamente nada", señala al responder a las preguntas de nuestros lectores.

"En mi época de estudiante en la Universidad de San Marcos en Lima ya habían algunos que escribían y ya eran conocidos, pero yo no me animaba a hablar con ellos", y ríe como entre orgulloso y asombrado de haberse animado entonces a ser escritor.

"Fue también una respuesta a la negativa que encontré de mi familia, que querían que fuera un hombre más práctico", responde a la inquietud que nos envió desde Lima Ronald Arroyo, que a través de Estudio Abierto de BBC quería saber qué lo había llevado a escribir.

Poco después, en 1970 publicó en España "Un Mundo para Julius", un relato sobre la escrupulosa banalidad de una familia aristocrática limeña en decadencia, y que le dio la fama internacional.

"Me fui a escribirla a Peruggia, tenía que salir de la fiesta; la distancia hace que uno pueda mirar mucho mejor a su propio país", asegura.

Y desde entonces Bryce no ha hecho casi otra cosa, aparte de escribir, que pendular entre visitas a Perú y largas estadías en siempre cambiantes repúblicas europeas o americanas.

La última fueron largos años en Barcelona, pero "Barcelona se ha vuelto insoportable, ese nacionalismo provinciano está por todas partes", expresa como pegándole a algo en el aire.

Ahora sí parece haberse decidido a retornar a Perú; ésta es casi una gira de despedida de Europa.

 

Paseo berlinés

Entre vodkas con tónica, cerveza y salchichas alemanas continuamos conversando, ya sin micrófono, en una interminable caminata por la lluviosa tarde de Berlín.

Bryce habla siempre con una sutil ironía, que nunca se vuelve cínica, sobre sus muchos años en el extranjero: "creo que la vez que fui más feliz fueron esos tiempos en Peruggia, cuando escribí 'Un Mundo para Julius' ".

Bajo la lluvia también nos contó de su amistad con Mario Vargas Llosa, "un hombre de una generosidad increíble que me enseñó también a defenderme de las editoriales", además de los muchos avatares para vivir de la literatura.

Dice que ya liquidó todo lo que tenía en Barcelona para volver a intentar vivir en Lima.

"La última vez fue horrible; estaba Fujimori y aunque todavía no se conocía la magnitud de la corrupción, yo me negué a aceptar un premio que me ofreció; después comenzó una serie de infamias y de actos de persecución repugnantes. Tuve que irme".

¿Y cuál es su relación actual con su patria?, quisimos saber. "¿Qué es el Perú? Lo decía Vargas Llosa, y es una frase muy bonita y muy verdadera: unos cuantos paisajes y unos cuantos amigos, eso es el Perú para mí", expresó.

 

Escribir de la pena

Ahora son varias acusaciones de plagio las que lo persiguen, pero a pesar de que esa fue una pregunta muy frecuente entre los lectores de BBC Mundo, Bryce contesta de forma escueta.

"Se llevó a tribunales, gané en la 1ª y 2ª instancia y ya se acabó", dice dejando en claro que no quiere hablar más de un asunto que ha dominado en el último tiempo las discusiones sobre él y su trabajo.

Cuenta que ya terminó un libro de cuentos que contienen acaso su primera ficción. Una que ideó siendo niño, aterrado de la banalidad de la vida de su padre.

"En toda la escuela conté que mi padre era el Rey de las Curvas, un famoso automovilista que viajaba a velocidades increíbles, aunque mi padre manejaba con un cuidado hasta penoso".

La próxima obra será una novela, "que podría ser en cierta forma una continuación de "Un Mundo para Julius" pero al revés: si en Julius es la caída de un mundo, esto será lo contrario".

Bryce confió a BBC Mundo el título de esta obra, "Dándole Pena a la Tristeza", una frase que escuchó de su vieja niñera la última vez que habló con ella.

"Un día que la llamé le dije: 'mamá Rosa, ¿cómo está?'... y me dice, 'aquí, dándole pena a la tristeza'... Eso me dejó tan triste que pensé, aquí hay un libro. Este título tiene que tener un libro por detrás".

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