Josep Guardiola y Juan de Ramos asumieron que el compromiso será clave para el futuro de sus equipos en el torneo ibérico.
El catalán pidió mesura a sus hinchas y el madridista quiere brindar la sorpresa.
Los entrenadores de Barcelona y Real Madrid, Josep Guardiola y Juande Ramos, respectivamente, ya palpitan una nueva edición del clásico espeñola, el cual se jugará este sábado en el Camp Nou.
El técnico catalán prefirió la cautela en la previa del derbi y recordó que el elenco que los visitará en el marco de la 15ª fecha de la liga española es el actual campeón.
De todas formas, aseguró que su equipo no le dará tregua a sus archirrivales: "Iremos por ellos desde el principio, el resultado después será el que será, pero que nadie olvide que mañana (sábado) viene el campeón. Ese es mi mensaje".
La reticencia a adelantar un resultado o cargar de favoritismo al elenco que dirige se debe al triunfalismo existente entre los aficionados y los medios de comunicación catalanes, debido al dispar presente futbolístico que separa a ambos cuadros.
"Entiendo su trabajo -el de los periodistas-, pero eso no es lo que dice la gente, sino ustedes. De seis días, ya hemos jugado seis partidos y ganado por 6-0, pero el encuentro empieza 0-0. Mañana (sábado) juega el primero de la Liga contra el campeón, que viene a defender un trono que ganó el año pasado. Nosotros queremos ese trono", explicó.
En su estreno en el banquillo del Barcelona en un clásico, Guardiola aseguró que se trata de "un honor" y que tiene "muchas ganas" de disfrutar el partido, pero aseguró que una victoria ante Real Madrid no sería definitiva para la suerte de la Liga.
Real Madrid quiere sorprender
Por su parte, Juande Ramos se refirió al favoritismo que dan como vencedor a Barcelona e invitó a la gente a jugarse el dinero a favor del conjunto madridista en las apuestas, porque puede ser "una buena situación para hacerse millonario".
El técnico manchego se mostró confiado de "que con un buen trabajo" Real Madrid puede conseguir "algo positivo" en el Camp Nou. "Es una buena situación hacerse millonario para los apostantes que quieran tomar riesgo. Puede haber una buena recompensa económica. El perder no entra en mi vocabulario en estos momentos", explicó.
"Cada equipo juega sus cartas en este tipo de partidos. Son 90 minutos, con dos equipos muy igualados. En estos partidos nunca hay un favorito claro. No voy a descubrir al Barcelona. Está jugando un buen fútbol. Estos equipos cuando funcionan bien, son muchas cosas las que hay que solucionar, pero también tenemos buenos jugadores", añadió
