Sename valoró cadena perpetua contra parricida Alejandro Shayman

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Autor: Cooperativa.cl

El hombre agredió brutalmente a su hija, de sólo cuatro meses, en 1996.

La niña murió en 2002 tras pasar seis años en estado de coma.

Fallo declaró que las circunstancias habrían ameritado la pena de muerte.

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Eugenio San Martín consideró la condena como "ejemplar". (Foto: UPI)
El director del Servicio Nacional de Menores, Eugenio San Martín valoró el fallo dado a conocer este miércoles por la Corte de Apelaciones de Santiago, y que condenó a cadena perpetua a calificada al ciudadano argentino-boliviano Alejandro Shayman Clein por el delito de parricidio contra su hija, quien falleció en 2002 a los seis años de edad.

El nuevo fallo "es ejemplar, pero por otra parte, también provoca un sentimiento de tristeza, de frustración. Esa niña falleció producto de los golpes que le dio su padre, que era el encargado de cuidarla y protegerla", reflexionó el director del Sename.

La sentencia del tribunal de alzada elevó la pena dictada en primera instancia, en el año 2006, por la jueza del 12° Juzgado del Crimen de Santiago María Paz Rodríguez, quien condenó al imputado a 20 años de cárcel.

En este sentido, Eugenio San Martín agradeció "al Poder Judicial, porque da una señal potente de demostrar que se protegen los derechos de la infancia cada vez que alguien comete actos de esta naturaleza, pero tenemos también la obligación de volver a pensar y reflexionar cómo hacemos para que nuestra sociedad ojalá nunca más tengamos situaciones como éstas".

En tanto, fuentes judiciales aseguraron que Shayman Clein huyó del país por un paso ilegal.

 

Pena de muerte

La niña Tamara Shayman ingresó a la Clínica Las Condes el 28 de marzo de 1996, con sólo cuatro meses de edad, presentando múltiples fracturas y hemorragias atribuibles a golpes realizados por su padre, permaneciendo en estado de coma hasta el 11 de julio de 2002, cuando falleció.

El fallo dado a conocer este miércoles por la Corte de Apelaciones concluyó incluso que los hechos precisaban "la imposición de la pena de muerte por la gravedad de las circunstancias" en que se desarrollaron los maltratos, ya que "cada una de las pruebas demostró la intención de Alejandro Shayman de agredir despiadadamente a su hija".

El hecho se hizo constar en la resolución judicial, pese a que la condena a muerte ya se encuentra derogada en nuestro país.

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