Blair pudo hacer mucho más para detener la guerra en Irak, segun ex embajador
El primer ministro estaba en una posición que le hubiera permitido evitar gran parte de la violencia que vive hoy el país musulmán, según el ex diplomático Christoper Meyer.
El primer ministro británico, Tony Blair, no consiguió utilizar su influencia sobre el presidente de Estados Unidos, George W. Bush, para evitar ir tan rápido a la guerra de Irak, según el ex embajador del Reino Unido en Washington Christoper Meyer.
Meyer, representante en EE.UU. durante los meses previos a la invasión de Irak (2003), hace esta afirmación en su libro "DC Confidential", que recoge este lunes el diario The Guardian.
Según el ex embajador, el primer ministro estaba en una posición que le hubiera permitido conseguir un retraso del conflicto y poder así planificar el Irak de la posguerra, lo que hubiera evitado gran parte de la violencia que vive hoy el país árabe.
En su libro, Meyer dice que Blair y su entorno político se vieron seducidos por la atracción del poder de Estados Unidos y se negaron a tomar una posición más dura a la hora de negociar.
Meyer, que apoyó la guerra, señala, no obstante, que la conclusión de la historia será posiblemente que el conflicto fue un fallo, "tanto en concepto como en ejecución".
Si bien Blair sabía que para la Administración Bush el único aliado que importaba era el Reino Unido, añade Meyer, el primer ministro no parecía dispuesto a utilizar esa influencia.
"Si el Reino Unido hubiera insistido, el Irak pos Sadam Husein (ex presidente iraquí) hubiera evitado la violencia", añade.
Meyer, que tuvo acceso a destacados miembros de la Administración de Bush, facilita en su libro detalles sobre la posición de la Casa Blanca y Downing Street (residencia oficial de Blair) en los 18 meses previos a la invasión de Irak en marzo de 2003. (EFE)