Ex juez Guzmán defendió la justicia universal al recibir premio en Mónaco
"La justicia chilena perdió la oportunidad de demostrar a todo el mundo que era capaz", aseguró el ahora decano de una universidad al tratar el tema Pinochet.
El retirado juez chileno Juan Guzmán, que recibió este viernes el premio de la Cumbre Mundial contra la Criminalidad Trasnacional en Mónaco, reafirmó su voluntad de seguir luchando por los derechos humanos y lanzado un alegato por la jurisdicción universal.
Guzmán, que es ahora decano de la facultad de derecho en la Universidad Central, rindió homenaje al juez español Baltasar Garzón -premiado en la anterior edición de la Cumbre de Mónaco- en particular por sus iniciativas para tratar de juzgar al general chileno Augusto Pinochet.
A su juicio, la decisión de Garzón de solicitar al Reino Unido la extradición de Pinochet constituyó "un ejemplo" que "demuestra que existe la justicia universal" porque no se había podido llevar ante los tribunales chilenos al ex dictador.
"Donde mejor se puede juzgar a una persona es en el lugar donde se cometieron los delitos por una razón práctica", y es que allí se encuentran los testigos y los indicios, admitió.
Pero el antiguo magistrado que procesó a Pinochet insistió en que había demasiadas presiones, sobre todo por parte del Ejército, para que no se le pudiera llevar ante la justicia de su país.
"La justicia chilena perdió la oportunidad de demostrar a todo el mundo que era capaz" de dirimir sus eventuales responsabilidades, señaló antes de mostrarse convencido de que Pinochet "está en condiciones de ser juzgado" y lamentarse de que mucha gente quedara insatisfecha por el cierre de la posibilidad de un proceso.
Tras insistir en la persistencia de una fractura social en Chile respecto a la dictadura de Pinochet, recordó que hay gente que "perdió a seres queridos" asesinados y "no ha podido hacer el duelo" porque no han recuperado los cuerpos que "están como almas que nunca van a tener descanso".
Defendió la acción de la justicia para resolver esta situación porque "el primer factor que nos hace restablecer la paz social es la verdad", "saber que los que fueron sacrificados no eran enemigos del país, como se dijo, sino que pensaban diferente".
En ese sentido, afirmó que "para que haya perdón, tiene que haber una parte que pide perdón y otra que perdona".
El magistrado jubilado tiene diversos proyectos en su nueva función de decano, donde ha creado un centro de derechos humanos para formar profesionales, que quiere que se convierta en una asignatura "transversal" en todas las carreras de la universidad y de carácter obligatorio.
También proyecta dar charlas para dar a conocer el proceso de democratización en Chile, con sus limitaciones, porque su línea de acción es continuar "luchando vivamente por los derechos humanos". (EFE)