Países con alta tasa de sida sufren progresiva caída de la inversión, según la OIT
Por cada año que sube la esperanza de vida en un país, el ingreso de capitales aumenta en dos por ciento, de acuerdo a un informe de la Organización Internacional del Trabajo.
Las inversiones extranjeras directas han disminuido en los países donde el sida ha provocado una reducción de la esperanza de vida, que en algunas regiones africanas bajó de 62 a 47 años, reveló un informe de la Organización Internacional del Trabajo (OIT).
El documento, preparado con motivo de la celebración el jueves 1 de diciembre del Día Internacional de Lucha contra el sida, contiene datos que evidencian que cada año de esperanza de vida que se recupera en esos países, se genera un crecimiento del dos por ciento de la inversión extranjera.
"Esto explica la importancia que los empleadores dan a los aspectos de salud y, concretamente, a la calidad de la mano de obra", señaló Odile Frank, una de las autoras del estudio sobre el virus de la inmunodeficiencia humana (VIH).
El informe, titulado "El sida en los centros de trabajo en un entorno globalizado", ofrece nuevas informaciones sobre el vínculo entre la transmisión del sida y los trabajos relacionados con el transporte, la migración económica, el turismo y la pobreza.
Así, el riesgo de contraer esa enfermedad es mayor entre las personas que tienen una gran movilidad por trabajar en el sector del transporte marítimo, terrestre o aéreo, así como entre los turistas que tienen contactos sexuales ocasionales en los lugares que visitan.
De los 12,3 millones de emigrantes económicos reclutados para trabajos forzados o para el tráfico humano, al menos 2,5 millones tienen "un alto riesgo de contraer el sida a través de la explotación sexual", dijo Frank.
Sobre la relación entre sida y pobreza, el informe revela también que de los 52 millones de mujeres entre 15 y 24 años que viven en la Africa subsahariana, entre 12 y 13 millones -es decir una de cada cuatro- "corren un alto riesgo de contraer el VIH por ser mujeres, jóvenes y pobres con ingresos menores a dos dólares diarios (cerca de mil pesos)".
En América Latina y el Caribe, de 26 millones de mujeres en ese mismo rango de edades, cuatro millones están en alto riesgo (una de cada 18), la misma proporción que se ha calculado para Asia.
Por países, de los 17 millones de mujeres brasileñas -siempre entre 15 y 24 años-, hay 1,1 millones que corren un riesgo elevado de contraer el sida; mientras que en el caso de Colombia son 4,1 millones las colombianas en esa edad y 70.000 las que están en esa misma grave situación, al igual que 12.000 de 280.000 panameñas.
Ibrahim Coulibaly, otro de los autores del informe, expresó que esta investigación también reveló que "el sida puede ser una poderosa razón para que los trabajadores sanitarios tomen la decisión de emigrar".
Así, se ha descubierto que en 11 países africanos "cuanto mayor es el número de muertes diarias a causa del sida, mayor es el número de enfermeras que deciden abandonar el país", agregó.
Sobre las recomendaciones que se hacen en el informe, Frank afirmó que los centros de trabajo deben ser vistos como lugares ideales para la prevención y el tratamiento del sida, pues permiten hacer un seguimiento del paciente.
Asimismo, señaló que se debe alentar a que los países pobres con una alta incidencia de sida utilicen la cláusula del acuerdo sobre propiedad intelectual de la Organización Mundial del Comercio (OMC), destinada a facilitar su acceso a los medicamentos genéricos.
Según esa norma, los países en desarrollo sin capacidad de producción farmacéutica pueden importar genéricos de un país distinto al que produce el mismo medicamento bajo patente. (EFE)