Tribunal iraquí aplazó juicio contra Husein hasta el miércoles
El juez kurdo que tuvo su primera sesión esta jornada en la que expulsó de la sala al ex dictador, decidió aplazar en tres días la próxima vista de la causa.
El juicio contra Sadam Husein y siete de sus colaboradores fue pospuesto este domingo hasta el próximo miércoles después de la declaración de tres testigos, según informó el presidente del tribunal.
El juez kurdo Rauf Rashid Abdelrahman decidió dar por concluida la sesión de este domingo después de que dos mujeres y un hombre explicaran ante el tribunal, tapados con una cortina, su detención y tortura por agentes del depuesto dictador iraquí.
Abdelrahman dirigía la primera sesión del juicio desde que se hizo cargo de la presidencia del tribunal y decidió expulsar a Sadam y a su hermanastro, Barzan Al Tikriti, a los que acusó de no "respetar al tribunal".
La decisión del juez llevó a que Taha Yasin Ramadan, vicepresidente durante el gobierno de Sadam, y Banda Awad, presidente de los tribunales revolucionarios, abandonaran la sesión en solidaridad con sus compañeros.
En esta sesión, la octava desde el inicio del proceso el 19 de octubre, el tribunal de cinco jueces escuchó el relato de tres testigos, dos mujeres y un hombre, que declararon ocultos tras una cortina por razones de seguridad.
Con sus declaraciones son ya 17 los testimonios escuchados en el tribunal que juzga a Husein y sus colaboradores por la matanza de 148 civiles chiítas en 1982 en una aldea situada al norte de Bagdad, por la que podrían ser sentenciados a muerte.
Sadam desafió al nuevo presidente del tribunal y, una vez ordenada su expulsión, le replicó que podía juzgarle en ausencia pero no podría impedir que rechazara cualquier letrado en sustitución de sus defensores, que abandonaron la sala en solidaridad con sus defendidos.
"Tengo el derecho de aceptar o rechazar a cualquier abogado, el mismo que tiene usted a condenarme en ausencia si decido no volver al tribunal", gritó el depuesto dictador iraquí.
Sadam repitió al juez, mientras golpeaba una mesa con la mano, en varias ocasiones que "ese es mi derecho y no puedes quitármelo". (EFE)