Uno de los menores trasplantados en el "Calvo Mackenna" falleció este sábado
Una septicemia le provocó una falla multiorgánica al pequeño que en enero recibió su tercer injerto hepático en el recinto asistencial capitalino.
Luego de un mes de luchar por su vida falleció este sábado el menor Matías García, de dos años, que en enero había recibido su tercer trasplante hepático tras reaccionar negativamente a los dos anteriores a los que había sido sometido.
Fuentes del hospital "Luis Calvo Mackenna" confirmaron que el niño venía sufriendo desde hace varios días una infección generalizada, situación que se agudizó la noche del viernes 10 de febrero.
El pequeño, que había recibido su primer trasplante el 15 de noviembre de 2005, falleció aquejado por una septicemia que le provocó una falla multiorgánica en los riñones, el corazón y los pulmones.
La familia del menor realiza las diligencias para el traslado del menor hasta Puerto Aysén (Undécima Región) donde viven sus familiares.
La madre del niño, María Martínez, dentro del dolor que significa el fallecimiento de su hijo, señaló que su caso sirvió para que más de una decena de pequeños recibieran un trasplante.
Además, explicó que esperaban este desenlace. "Nosotros la verdad es que estábamos preparados porque después del tercer trasplante que tuvo mi hijo Matías estaba totalmente sedado, no lo vi despierto nunca, cada vez estaba peor".
"Así que nos preparamos nosotros y también se lo entregamos a Dios de todo corazón para que él deje de sufrir porque estaba sufriendo mucho", agregó la señora Martínez.
El jefe del programa de trasplante hepático del hospital "Calvo Mackenna", doctor Mario Uribe, señaló que el extenso período que Matías debió esperar para recibir un órgano jugó su contra.
Apreciación que es compartida por el padre del menor, José García, para quien la muerte de su hijo al menos significa la esperanza para otros niños que han recibido trasplantes gracias al incremento de donaciones de los últimos días.
"Catorce niños nunca había sucedido (...) eso fue gracias a los llamados. El cumplió una misión en este mundo al hacer que haya más gente inscrita en los registros de donantes. Todavía pueden ser muchos más, la gente tiene que tener conciencia de eso y salvar otras vidas", dijo José García.
Hasta el hospital Calvo Mackenna también llegó la Florinda Correa, la madre de Bastián Fernández, de tres años, quien también se encuentra internado en el recinto asistencial y que también se está aquejado de una infección pero en condición estable.
La progenitora del menor que recibió el trasplante el pasado 24 de enero llegó hasta el hospital a apoyar a la madre de Matías Correa y señaló que cuando se enteró de la noticia sintió miedo de lo que pueda ocurrir en el futuro con Bastián.