Salud de Sharon sigue crítica, pero no hay inminente peligro de muerte
El hospital donde este sábado el gobernante israelí fue intervenido quirúrgicamente informó que, pese a su gravedad, su vida no está en riesgo serio.
El primer ministro israelí, Ariel Sharon, continúa en estado crítico, pero no en inminente peligro de muerte, afirmó el portavoz del hospital Hadasa Ein Karem, donde este sábado fue sometido a su séptima cirugía desde comienzos de año.
Sharon "se encuentra en estado crítico aunque estable", afirmó el vocero Shlomo Mor-Yosef, quien explicó que el viernes los médicos de Sharon, que lleva internado 39 días, se percataron de un hinchazón en su abdomen y decidieron llevar a cabo una tomografía computarizada.
En la exploración detectaron daños en su intestino y, tras consultar con sus hijos, decidieron llevar a cabo una intervención quirúrgica.
En una laparoscopía, que comenzó a las 11:30 hora local (09:30 GMT, 06:30 de Chile), descubrieron graves daños, incluso gangrena, en el intestino grueso. Esto constituía un peligro inmediato, por lo que cortaron unos 50 centímetros de la parte derecha de ese órgano, por donde está conectado al intestino delgado.
El portavoz afirmó que no se registraron complicaciones durante la operación y que Sharon fue trasladado a la unidad general de cuidados intensivos y no a la neurológica, en la que se encontraba antes de la intervención.
No obstante, Mor-Yosef repitió que el problema central del estado de salud de Sharon es que no recupera la consciencia y no las dificultades en su aparato digestivo.
El estado de consciencia de Sharon no ha cambiado durante los últimos 10 días y la operación de este sábado no afecta a su ya ese problema central, aunque sí supone un retroceso en el tratamiento general del paciente, dijo.
Apuntó que "la operación nos hace retroceder varios pasos".
Asimismo, afirmó que "cada día que pasa las probabilidades de que recupere el conocimiento se reducen y que surjan complicaciones adicionales aumenta".
Los médicos de Sharon descubrieron en la mañana de este sábado que no llegaba sangre al estómago del dirigente israelí, internado en el centro médico de Hadasa desde el 4 de enero, y que su sistema digestivo estaba gravemente dañado por lo que decidieron que debían operarle de manera urgente.
La operación tuvo lugar a pesar de los temores de que no consiguiera sobrevivir a una intervención quirúrgica dado el estado crítico en el que se encuentra desde la noche del viernes 10 de febrero. (EFE)