Ahora, esta medida deberá ser ratificada nuevamente por el Ejecutivo para entrar en vigor.

"Dicen que la paz se hace con los enemigos. Falso. La paz se hace con los que han dejado de ser enemigos", valoró el primer ministro Benjamín Netanyahu.

Manifestantes se reunieron en cientos de puntos del país para exigir la dimisión del primer ministro por su procesamiento por corrupción y su gestión ante la pandemia.

La oposición denunció que la reciente norma que prohíbe a las personas salir a más de un kilómetro de sus hogares busca aplacar la disensión en la calle.

Miles de personas se manifestaron este sábado en distintas ciudades de Israel y pidieron, por decimosegundo sábado consecutivo, la renuncia del primer ministro, Benjamín Netanyahu, procesado por corrupción y muy criticado por su gestión de la pandemia. En puentes, en intersecciones, en Tel Aviv, en Jerusalén, en la residencia oficial de Netanyahu, en su residencia personal, los manifestantes volvieron a hacerse escuchar. Lo hicieron con bombos y trompetas, con canciones y con cánticos, y ondeando las ya características banderas negras o alzando pancartas con mensajes contra el mandatario. Tras cuatro meses y a pesar de que Israel registre ya unos 4.000 casos diarios de coronavirus -con una población de nueve millones-, las protestas no han perdido fuerza y siguen convocando semanalmente a varios miles de personas.

Desde marzo las fronteras de Israel han permanecido cerradas por el coronavirus, medida sanitaria que ha dejado a Jerusalén casi desierta. Las históricas calles que se caracterizaban por un hervidero de turistas, ahora sólo albergan a pocos visitantes y residentes, quienes circulan para abastecerse de alimentos o medicinas. Revise acá como luce actualmente la Ciudad Santa.