Ariel Sharon sigue "muy grave pero estable"
El hospital donde el premier israelí está internado desde comienzos de año informó que su vida no corre peligro, aunque cada día disminuyen las probabilidades que recupere el conocimiento.
El agravamiento en el estado de salud del primer ministro israelí, Ariel Sharon, cuando han transcurrido 40 días desde que perdió la consciencia por una hemorragia cerebral, parece confirmar la impresión de que no podrá retornar a la vida política, aunque su vida no corre peligro.
"Su estado es muy grave pero estable y su vida no corre peligro en este momento", informó este domingo la portavoz del Hospital Universitario Hadasa, Bosem Levy.
Sharon, que cumple 78 años este mes, sufrió una hemorragia cerebral cuando se encontraba en el punto más alto de su popularidad, después de escindirse de su partido derechista Likud y fundar Kadima (Adelante) para restablecer el proceso de paz con los palestinos.
Pero difícilmente podrá volver a la vida política antes de las elecciones nacionales del 28 de marzo.
Hasta la fecha, Kadima, encabezado por su sucesor, el primer ministro en funciones, Ehud Olmert, es el favorito en todos los sondeos sobre intención de voto con vistas a esos comicios.
Tras la intervención de urgencia del sábado 11 de febrero para extraerle 50 centímetros de intestino grueso -inactivo debido a una gangrena por falta de irrigación sanguínea-, su estado registró esta madrugada una "leve mejoría", y por eso se cree que la portavoz se abstuvo de decir que es "crítico".
Ese calificativo fue empleado por el director del Hospital Universitario Hadasa, Shlomo Mor-Iosef, después de la intervención.
Antes de la cirugía, durante las últimas semanas los partes médicos decían que su estado era "grave pero estable". Hasta la fecha, los médicos no han informado del daño sufrido por su cerebro.
Mor-Iosef informó que la intervención para extraerle un tercio del intestino grueso "nos hizo retroceder varios pasos", pues "cada día que pasa las probabilidades de que recupere el conocimiento -lo cual es el principal problema- se reducen y de que surjan complicaciones adicionales aumenta".
Según la ley básica del gobierno, en caso de fallecimiento del primer ministro ello equivale a la dimisión de todos sus ministros, pero el que preside actualmente Olmert, en funciones, no podrá hacerlo pues Sharon ya había disuelto la decimosexta legislatura con el acuerdo del jefe del Estado, Moshé Katzav, y convocó a elecciones.
De no ser así, los expertos en asuntos jurídicos señalan que el presidente Katzav, en caso de quedar acéfalo el Poder Ejecutivo por fallecimiento del jefe del Gobierno, tendría que encomendar la formación de uno nuevo en un plazo de 14 días.
La situación creada por la enfermedad del primer ministro no está contemplada en esa ley básica y los especialistas suponen que Olmert seguirá al frente del Gobierno de transición hasta las elecciones.
Según fuentes médicas, pocos enfermos sobreviven más de un mes en un estado como el que presenta Sharon desde la intervención sabatina, la séptima desde que ingresó en el Hadasa, mientras ha vuelto a ser alimentado por vía intravenosa.
En opinión de algunos gastroenterólogos, si el líder israelí logra superar el trauma causado por la operación podrá volver a recibir la alimentación por medio de una sonda insertada en el estómago. El intestino delgado, que tienen de cinco a seis metros de extensión, podría suplir al grueso si tuviesen que extirparlo.
Sharon, cuya edad es también un factor de importancia en el momento de evaluar las posibilidades de despertar de su peligroso letargo y ser rehabilitado -proceso lento y prolongado-, respira "de forma espontánea y a veces con asistencia", según fuentes del hospital. (EFE)