Descendientes de Nicolás II insistirán para que Rusia reconozca "crimen político"
Los familiares del último zar acudirán al Tribunal de La Haya en busca de la rehabilitación por lo que consideran un asesinato político luego que la Fiscalía General denegara su petición.
Los descendientes de Nicolás II amenazaron con acudir al Tribunal de Derechos Humanos de La Haya para hacer realidad sus anhelos de "justicia histórica" en caso de que Rusia no reconozca el asesinato del zar y el de su familia como un "crimen político".
Los descendientes insisten en que el último zar y su familia fueron víctimas de la represión política soviética al ser ejecutados el 17 de julio de 1918, ante la negativa de las autoridades rusas a rehabilitar su figura.
"Nicolás II y su familia fueron víctimas de la represión exclusivamente por motivos políticos", aseguró German Lukiánov, abogado de la Asociación de la Familia de los Romanov, que agrupa a los descendientes de Nicolás II, coronado zar en 1892.
"Los bolcheviques veían al zar como un enemigo de clase. Vladímir Lenin ya planteó su ejecución en 1903. Fue entonces cuando se tomó esta decisión", agregó Lukiánov.
Según los historiadores, Nicolás II, su esposa y sus cinco hijos, entre ellos el príncipe heredero, Alexis, fueron vilmente ejecutados en un sótano en Yekaterinburgo (Urales) y sus cuerpos escondidos.
Al parecer, los bolcheviques tomaron esta decisión por temor a que el zar y su familia fueran liberados por una ofensiva de la Guardia Blanca.
Los presuntos restos del zar y su familia fueron hallados en 1979 y enterrados en la fortaleza de San Pedro y San Pablo en San Petersburgo en 1998, acto al que asistió el entonces presidente ruso, Borís Yeltsin.
La Fiscalía General denegó esta semana la petición de rehabilitación presentada en diciembre del pasado año por la Gran Duquesa María Romanova, jefa de la Casa Imperial rusa.
"No hay pruebas fidedignas de la existencia de decisiones oficiales de órganos judiciales o extrajudiciales de reprimir por razones políticas" a la familia del zar, reza la carta oficial.
La Fiscalía mantiene que la rehabilitación no "tiene sentido", ya que el zar no fue ejecutado por violar la ley, sino "como jefe del Estado Ruso, cargo que ejerció durante 23 años".
El abogado de los Romanov calificó esta decisión de "ilegal", adelantó que la apelará y acusó a la Fiscalía de dilatar intencionadamente el traspaso del caso a una instancia superior, según el procedimiento legal vigente en Rusia.
Lukiánov asegura que la decisión de fusilar al emperador "fue adoptada por un órgano estatal extrajudicial, el Consejo Regional de los Urales", y al otro día de la ejecución fue "reconocida como correcta" por el máximo órgano de poder del Estado, el Comité Ejecutivo Central de Toda Rusia (VTsIK).
Los partidarios de la rehabilitación mantienen que ésta permitiría al actual Estado ruso evitar su parte de responsabilidad por el asesinato de Nicolás II y su familia.
A pesar de la negativa de la Fiscalía, la Gran Duquesa, de 52 años y residente en España, mantiene que Nicolás II y su familia tienen el mismo derecho a ser rehabilitados que las víctimas de la represión política leninista y estalinista.
Más de cuatro millones de personas que fueron afectadas por los regímenes soviéticos han sido rehabilitadas desde 1992 por la comisión para la rehabilitación de las víctimas de la represión política soviética.
Mientras no sea rehabilitado, la figura del último zar no ocupará el lugar que se merece en la historia de Rusia y de la humanidad, asegura la Gran Duquesa, aunque fuera canonizado por la Iglesia Ortodoxa Rusa (IOR) en 2000 como "mártir del comunismo".
La IOR respaldó esta semana la decisión de la Fiscalía y dio el caso por "cerrado" tras haber incluido con todos los honores al zar y a su familia en el panteón de los santos.
"Los santos no pueden ser rehabilitados", aseguró un obispo del
Patriarcado de Moscú.
En cambio, activistas de derechos humanos defendieron la rehabilitación del último zar, ya que su brutal asesinato pone sobre la mesa el carácter criminal del bolchevismo.
"La familia real fue ejecutada sin juicio previo, bajo las leyes soviéticas, injustamente, por lo que debe ser rehabilitada", aseguró Yelena Zhemkova, directora de "Memorial", organización fundada por Andréi Sájarov, premio Nobel de la paz en 1975.
Ante las sospechas de que los Romanov pretenden recuperar el trono, la Gran Duquesa insistió en que sólo el pueblo ruso en referéndum puede decidir la reinstauración de la monarquía en Rusia.
"La milenaria monarquía rusa sólo puede restablecerse por voluntad de Dios y del pueblo de Rusia, como resultado del proceso histórico. El ejemplo de España vale, pero hay que tener en cuenta que Rusia, como cualquier gran país, tiene un camino propio", señaló.
Por otra parte, la Gran Duquesa María también negó que tenga intención de reclamar la devolución del Palacio de Invierno de San Petersburgo, residencia oficial de los emperadores hasta la revolución de 1905, y ahora sede del Museo del Hermitage. (EFE)