Comité del Congreso de EE.UU. rechazó entregar control de puertos a empresa árabe
A pesar de la insistencia del presidente Bush para que una firma de Dubai administre seis importantes terminales marítimos, la Cámara de Representantes bloqueó el acuerdo.
La insistencia de la Casa Blanca para entregar la gestión de seis puertos del país a una empresa de Dubai sufrió un duro revés con la decisión de un comité de la Cámara de Representantes estadounidense de bloquear el acuerdo.
El Comité de Asignaciones aprobó la noche del pasado miércoles, por 62 votos a favor y dos en contra, que se prohíba a la empresa pública de los Emiratos Arabes Unidos Dubai Ports World (DPW) administrar los puertos de Baltimore, Nueva York, Nueva Jersey, Miami, Nueva Orleans y Filadelfia.
El comité rechazó el acuerdo pese a que, poco antes, el portavoz de la Casa Blanca, Scott McClellan, había anunciado la decisión del presidente George W. Bush de seguir adelante con el plan.
Además, la decisión del comité se produjo sin esperar al resultado de una revisión del acuerdo que el Gobierno había accedido a realizar en 45 días ante la polémica desatada entre los legisladores.
"La posición del presidente no ha cambiado. Continuamos trabajando con el Congreso y las líneas de comunicación están abiertas", señaló McClellan.
Según sus detractores republicanos y demócratas, el plan supone una amenaza para la seguridad del país.
"Una de las situaciones más vulnerables que afronta Estados Unidos se encuentra en nuestros puertos de entrada. Quien sea responsable de esos puertos de entrada debe ser estadounidense", señaló el republicano Bill Young en la Cámara de Representantes.
De acuerdo a la representante demócrata Marcy Kaptur, permitir que la empresa emiratí asuma el control de los puertos y hacer caso omiso a la protesta pública sería "irresponsable".
"El pueblo de EE.UU. nos eligió para hacer algo cuando se plantea un problema como éste", manifestó.
El pleno de la Cámara Baja podría votar el proyecto la próxima semana y su rechazo podría concretar lo que se ha convertido en una rebelión de los republicanos contra Bush, según expertos políticos.
El proyecto que rechaza el acuerdo está contenido en una ley que asigna fondos adicionales a la guerra en Irak y Afganistán, así como a la reconstrucción de los estados del país afectados por los huracanes del año pasado.
Entre tanto, los demócratas han comenzado a ejercer presión para que el asunto sea sometido a votación en el Senado, también controlado por la mayoría republicana.
"Creemos que la gran mayoría votará para poner fin al acuerdo", dijo el senador demócrata Charles Schumer, mientras el republicano John Warner admitió que los partidarios "son bastantes escasos".
Sin embargo, algunos senadores republicanos denunciaron que el comité de la Cámara actuó prematuramente y acusaron a sus detractores de buscar dividendos políticos con su rechazo.
"Matar el acuerdo sin una solución integral para la seguridad portuaria es vivir el momento político", dijo el senador republicano Lindsey Graham, en alusión a los comicios de noviembre en los que se renovará parcialmente el Congreso y en los que muchos legisladores aspiran a la reelección.
Los detractores señalan que de aplicarse el acuerdo, EE.UU. sería más vulnerable a un atentado porque los terroristas podrían infiltrarse en la empresa y conocer los detalles de las operaciones de seguridad en los puertos.
Además, recuerdan que varios terroristas que participaron en los atentados del 11 de septiembre de 2001 provenían de los Emiratos Arabes Unidos. (EFE)