Beckenbauer teme que escándalo por apuestas en Alemania perjudique al Mundial
El principal organizador de la Copa del Mundo 2006 no cree en la totalidad de las informaciones sobre manipulación de partidos en la competencia germana, pero piensa que pueden ser un factor negativo para el certamen.
El presidente del Comité Organizador del Mundial 2006, Franz Beckenbauer, teme que el nuevo escándalo por presunta manipulación de partidos en el fútbol alemán afecte la organización de la Copa del Mundo, aunque algunos de los rumores que circulan en torno al tema al final no correspondan a la verdad.
Beckenbauer manifestó sus dudas acerca de una información difundida por el programa de televisión "Plusminus", según la cual incluso un seleccionado germano habría cooperado con la mafia de las apuestas.
"Eso es algo que no me puedo imaginar. Un seleccionado alemán debe ganar suficiente dinero para no meterse en esas aventuras con apuestas", señaló.
Sin embargo, Beckenbauer añadió que, independientemente de la veracidad de la información, ésta le dará la vuelta al mundo lo que
"no es propiamente favorable para nuestra organización".
El nuevo escándalo estalló recientemente y al comienzo se aseguró que sólo afectaba a la segunda división y a las ligas regionales.
Sin embargo, en la emisión de la noche del martes de "Plusminus" se aseguró, con base en declaraciones de un informante anónimo, que el tema había alcanzado hace tiempo a la máxima categoría y que incluso un internacional está involucrado en éste.
Actualmente, la fiscalía de Munich valora el informe del espacio televisivo y analiza abrir una investigación.
El programa habló de una red europea de apostadores que maneja las apuestas de manera que estas no resulten llamativas para las autoridades.
El informante de "Plusminus" aseguró que el ex árbitro Robert Hoyzer y el croata Ante Sapina, figura central en otro escándalo de arreglo de encuentros, sólo son personajes secundarios en el entramado de la mafia internacional de las apuestas.
Según la revista Stern, un chino nacido en Malasia, y residente en el estado federado de Baden Württenberg, es una figura central en el nuevo escándalo.
El hombre, de 45 años, habría sobornado a futbolistas y entrenadores para manipular partidos en las ligas europeas.
Cuatro equipos de las ligas regionales revelaron que se intentó sobornar a jugadores suyos, pero que todos ellos habían rechazado las ofertas. (EFE)