ETA inició el camino para abandonar más de 30 años de violencia

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Autor: Cooperativa.cl

El grupo independentista, considerado terrorista por la mayor parte de la sociedad española, es responsabilizado por la muerte de 851 personas, desde autoridades del régimen franquista a simples policías.

La organización armada ETA, Euskadi Ta Askatasuna (Patria Vasca y Libertad), anunció este miércoles 22 de marzo un alto al fuego permanente que ha despertado la esperanza de millones de españoles de que signifique el fin a más de 30 años de lucha violenta con el objetivo de alcanzar la independencia del País Vasco (Euskadi) del Estado español.

 

Mapa de Euskadi, parte de lo que ETA reclama como territorio nacional vasco, que incluye también cormacas de Francia y la región autónoma de Navarra.

Este estado de ánimo lo resumió el presidente del equipo de fútbol Real Sociedad, de la ciudad de San Sebastián, Miguel Fuentes: "Es una noticia muy importante que todos esperábamos y lo que todos queremos además es que (el alto el fuego) sea definitivo, que es lo realmente importante".

De hecho, la fórmula utilizada "alto el fuego" permanente recuerda la que usó el Ejército Republicano Irlandés (IRA) en el inicio del proceso que culminó con su desarme total, materializado en septiembre del año pasado.

 

Defensa de la lengua y antiespañolismo

Anagrama del grupo separatista que es pintado en las paredes del País Vasco.

ETA tuvo su origen en un grupo de estudiantes disidentes de la organización EKIN -nacida en 1952 para reaccionar contra la pasividad y el acomodo que, en su opinión, padecía el Partido Nacionalista Vasco (PNV), actualmente en el poder en Euskadi.

 

Sus cuatro pilares básicos fueron: la defensa del euskara (lengua vasca), el etnicismo (como fase superadora del racismo), el antiespañolismo y la independencia de los territorios que, según reivindican, pertenecen a Euskadi: las provincias de Álava, Vizcaya, Guipúzcoa (en España), y las comarcas de Lapurdi, Baja Navarra y Zuberoa (en Francia).

 

Su nacimiento, en 1959, despertó simpatías en algunos sectores hispanos, que en esos primeros años se resistían a calificar como terrorista a un grupo de jóvenes nacionalistas combativos contra la represión de la dictadura del general Fracisco Franco.

 

Pero fue a fines de la década de 1960, cuando comenzó a utilizar la violencia como medio para conseguir la independencia.

 

Desde 1968, ETA ha asesinado a 851 personas, 99 de ellas en 1980, el año más sangriento de la organización.

 

El camino de la violencia

 

En la década de 1960, la acción policial desmanteló casi por completo al grupo, que se dedicaba a realizar sabotajes, atracos y acciones cada vez más violentas.

 

En 1962, pequeños grupos de militantes de ETA se reorganizaron en su primera asamblea clandestina celebrada en un monasterio benedictino en el suroeste de Francia, a la que siguieron otras asambleas en ese país y en las provincias vascas españolas.

 

El 7 de junio de 1968, ya abocada a la lucha armada, ETA cobró su primera víctima mortal: el guardia civil español José Pardines.

 

Desarticulada la cúpula de la banda en 1969, 16 de sus miembros fueron juzgados un año más tarde en el denominado "Proceso de Burgos" y seis de ellos fueron condenados a muerte, aunque las penas les fueron conmutadas por reclusión mayor.

 

En protesta por este "proceso", ETA cometió ese mismo año su primer secuestro, aunque no fue hasta enero de 1972 cuando raptó a un empresario por motivaciones puramente económicas.

 

Su más espectacular golpe

Así quedó el automóvil del almirante Carrero Blanco, a raíz del atentado realizado por ETA en plena capital española. (EFE)

En 1973, ETA cometió en Madrid el atentado más espectacular de toda su historia al hacer volar por los aires el automóvil en el que viajaba, el 20 de diciembre, el presidente del Gobierno franquista y sucesor político del dictador, el almirante Luis Carrero Blanco, quien falleció.

 

En 1974, un año antes de morir Franco, la banda perpetró en la capital española su primer atentado masivo con la colocación de una bomba en una cafetería que mató a trece personas e hirió a ochenta.

 

El debate interno sobre este atentado, entre los partidarios de una organización de carácter estrictamente "militar" y quienes mantenían que debía también asumir la lucha de masas, finalizó con la escisión de ETA en dos ramas: "milis", partidarios de la insurrección popular y minoritarios, y "poli-milis", mayoritarios y que apostaban por la violencia selectiva.

 

Las dos ramas continuaron por separado, pese a la llegada de la democracia a España, y sus atentados se superpusieron hasta 1982, cuando los "poli-milis" se disolvieron y se configuró lo que sería la dirección de ETA hasta prácticamente 1992, cuando se desarticula la cúpula.

 

Durante todo este tiempo, ETA tenía su cuartel general en el sur de Francia.

 

Las décadas de 1980 y 1990 se caracterizaron por una alternancia entre atentados en establecimientos públicos, como el del supermercado Hipercor en Barcelona, que causó 21 muertos, y los ataques contra instalaciones militares y de las fuerzas de seguridad del Estado.

 

Represión e intentos de diálogo

 

La estructura de ETA cambió a partir de 1983 por la aparición de los Grupos Antiterroristas de Liberación (GAL), que atentaba contra etarras y simpatizantes de la banda, y el cambio de actitud en las autoridades francesas, que detuvieron a parte de su dirección en 1984.

 

En Argelia se iniciaron entonces los primeros contactos de etarras con enviados del Gobierno español, que fracasaron y supusieron la vuelta a las armas de ETA, tras una pequeña tregua.

 

En 1992, ETA volvió a quedar descabezada con la detención en Francia de su "cúpula" directiva, lo que propició un notable descenso de su actividad.

 

Cuatro años después, en 1996, ETA planeó su secuestro de mayor duración, el del funcionario de prisiones José Antonio Ortega Lara, liberado por la Guardia Civil tras permanecer 532 días en poder de la banda.

 

El 10 de julio de 1997 cometió el que se convertiría en el último de sus 77 secuestros, el del concejal del conservador Partido Popular (PP) de la localidad vasca de Ermua, Miguel Angel Blanco Garrido, que fue asesinado al cumplirse el plazo de 48 horas que la banda dio para que el Gobierno accediera a reagrupar a sus presos.

 

Millones de españoles se despertaron este miércoles con la noticia del cese del fuego en todos los medios de comunicación. (EFE)

La muerte del edil de un tiro en la nuca produjo una de las mayores movilizaciones populares contra ETA, que acuñaron con el llamado "Espíritu de Ermua".

 

Este fenómeno, según los expertos, llevo a la banda a declarar el 16 de septiembre de 1998 una tregua unilateral e indefinida. ETA rompió la tregua un año después y el 21 de enero de 2000 materializó esa ruptura al asesinar con una bomba a un militar en Madrid.

 

Desde la ruptura de esa tregua, ETA ha asesinado a 46 personas y herido a más de trescientas en sus atentados, que no han causado víctimas morales desde el 30 de mayo de 2003.

 

En 2005 el Congreso español aprobó una resolución que avalaba un hipotético diálogo del Gobierno con ETA si ésta abandonaba las armas. (EFE)