Creador de "Dolly" es partidario de usar la clonación para corregir defectos genéticos
El científico británico afirmó en su libro "After Dolly" que utilizar el mecanismo que dio vida a la famosa oveja puede impedir que nazcan niños con enfermedades serias.
El creador de la oveja clonada Dolly, Ian Wilmut, se muestra a favor de recurrir a la técnica de la clonación para crear bebés con modificaciones genéticas y evitar así enfermedades hereditarias, según señala en su libro "After Dolly".
En el libro, cuyos extractos empezó a publicar este lunes el diario The Daily Telegraph, Wilmut dice que la sociedad debería considerar la clonación como modificación genética de embriones, siempre que la técnica sea segura, para así impedir que nazcan niños con males serios.
El profesor, que revolucionó la ciencia cuando trabajó en el Instituto Roslin (Escocia) para crear a "Dolly" en 1996, siempre se opuso a la clonación de seres humanos. Pero el profesor insiste en que clonar un embrión a través de la fertilización "in vitro" no es lo mismo que clonar personas, pues la clonación permite llevar a cabo correcciones genéticas muy precisas.
En su opinión, este método es más eficaz para conseguir el nacimiento de niños saludables que los actuales de observación de embriones con genes perjudiciales.
"Los médicos deberían poder ofrecer a las parejas de riesgo la oportunidad de concebir a través de la fertilización 'in vitro', dividir los resultantes embriones en células, corregir cualquier defecto genético serio en estas células y después clonar las saludables para crear un nuevo embrión que pueda ser implantado para iniciar un embarazo", señala Wilmut.
El niño que nazca será idéntico al embrión original, pero se habrá corregido un gen en cada una de sus células, según el experto.
"Me preocupa mucho los efectos que pueda tener en un niño el saber que es clon de otra persona y me opongo a eso. No obstante, un embrión no es una persona y veo menos controvertido el uso de la transferencia nuclear para impedir que un niño tenga una enfermedad horrorosa", agregó.
En su libro "After Dolly", Wilmut analiza en detalle los argumentos éticos técnicos de este método, y concluye que, una vez que la tecnología sea perfeccionada y demuestre que es segura, sería inmoral no intentar hacer correcciones genéticas.
"Quiero que la gente tenga nuevas opciones cuando se trata del impulso fundamental, traer al mundo niños sanos", subrayó. (EFE)