Gobierno de Siria reiteró su respaldo a Hizbulá
El mandatario Bachar al Asad dio su apoyo al grupo chiíta libanés que se enfrentó contra Israel, al que -afirmó- "derrotó desde el principio".
El presidente de Siria, Bachar al Asad, afirmó este martes que su país seguirá apoyando la resistencia, en alusión a Hizbulá, movimiento al que calificó como "fuente de orgullo".
Asad, en un discurso pronunciado en una conferencia de la Unión de Periodistas sirios, consideró que la milicia chiíta libanesa salió victoriosa de la guerra no declarada con Israel, en la que, dijo, el Estado hebreo "fue derrotado desde el principio".
También criticó duramente la actuación de algunos gobiernos árabes en la crisis, y dijo que tanto la "victoria de la resistencia" como la resolución 1.701 del Consejo de Seguridad de la Organización de las Naciones Unidas (ONU), para el cese de hostilidades, "puso de manifiesto la debilidad de los (regímenes) árabes".
Asad, cuyo país es considerado junto a Irán como el principal apoyo de Hizbulá, y que durante su discurso calificó de "enemigo" a Israel, acusó a "algunas partes (líderes) libaneses" de haber instigado a Israel a "lanzar la guerra contra el Líbano para acabar con la resistencia".
Asimismo, señaló que los "logros de la resistencia en el último enfrentamiento", convirtieron en "ilusiones" las ideas sobre un nuevo Medio Oriente.
"Israel ha perdido su invulnerabilidad en esta batalla. La agresión contra Líbano formó parte de un plan preparado desde hace años, pero Israel ha fracasado, como fracasaron sus aliados en Líbano", aseguró Asad.
Además, calificó al Estado hebreo como "enemigo" y aseveró que desde su creación "cada nueva generación (árabe) lo odia más que la anterior", y que "algún día aparecerá una generación que vengará las matanzas cometidas contra los pueblos libanés y palestino".
El gobernante sirio criticó también al Consejo de Seguridad de la ONU, que adoptó la resolución 1.701 "sólo para salvar a Israel, como es habitual", mientras consideraba que esa decisión "ha mostrado que los árabes no tienen ningún peso en los foros internacionales".
Por ello, pidió a los países árabes que "apoyen la resistencia" como carta de presión para conseguir la paz en Medio Oriente, y añadió que "si no buscamos los factores de la fuerza nadie nos hará caso".
"La verdadera batalla ya ha comenzado, desde Líbano. Tenemos que convertir la victoria militar (de Hizbulá) en un logro político. Nuestro apoyo a la resistencia hará que los otros países tomen en cuenta nuestra postura", ya que "la resistencia y la paz es un mismo camino", agregó.
Asad criticó, aunque sin nombrarlos, a los gobiernos de Egipto, Arabia Saudita y Jordania, que habían calificado como "irresponsable" y "una aventura" la captura de dos soldados israelíes el pasado 12 de julio por parte de Hizbulá, acción que detonó la crisis. (EFE)