Pinochetistas recibieron con insultos al juez Garzón en universidad capitalina
Al momento de ingresar hasta una casa de estudios que lo designó doctor honoris causa, el juez español que detuvo a Pinochet en Londres debió soportar los gritos de eufóricas simpatizantes del ex dictador.
Insultos y gritos a favor de Augusto Pinochet debió enfrentar a su ingreso en la Universidad Central el juez Baltasar Garzón, de visita en nuestro país.
Una docena de mujeres que se identificaron como integrantes de los movimientos Unidad Nacional (MUNA) y Nacionalista 11 de septiembre protagonizaron la manifestación con expresiones a favor del ex dictador.
Además de los insultos, las mujeres, con la garganta desgarrada llamaban, entre otras frases, a dejar tranquilo al general retirado: "Es un anciano. ¡Basta, déjenlo tranquilo, déjenlo morir tranquilo, déjenlo morir en paz!".
"¡Dios es el que tiene que juzgar!", afirmó otra mujer, añadiendo que "¡El (Pinochet) nos libró de una segunda Cuba, como está sucediendo ahora!".
En un tono cada vez más agudo, otra dijo "¡Ahí está Dios nuestro señor mirando, no pueden ser tan cruel, hacer sufrir a un anciano moribundo, un anciano moribundo que salvó esta patria del yugo comunista!".
En el frontis de la Universidad Central los estudiantes realizaron una contramanifestación espontánea, con gritos contra el ex dictador y sus servicios opresores.
Garzón: "A veces me han llamado Quijote"
En la casa de estudios, y con la presencia del ex juez y actual decano de la Facultad de Derecho Juan Guzmán -el primer magistrado que sometió a proceso a Pinochet- y de otras connotadas figuras de los derechos humanos como Andrés Aylwin, Garzón recibió el grado de doctor honoris causa.
Garzón agradeció el reconocimiento señalando que "a veces me han llamado Quijote por lo utópico de mis planteamientos, pero los molinos de viento contra los que arremetiera el hidalgo creado por Miguel de Cervantes hoy día son gigantes que agreden a la sociedad y la perturban, la avasallan y tratan de robar su dignidad y derechos y por eso siempre prestaré mi lanza para clavarla en la injusticia".
Además, se refirió a las manifestaciones en su contra: "eso es normal que suceda y yo respeto tanto a los que discrepan como a los que apoyan. En cuanto a cómo me siento ahora, me siento muy bien, emocionado por este reconocimiento y sobre todo por estar en Chile, incluso a aquellos que no son partidarios de mi visita les agradezco esas muestras de sinceridad, porque está bien que se conozcan las críticas y también los apoyos".
El magistrado confirmó que mantendrá las órdenes de captura contra Pinochet y otra treintena de figuras del régimen militar, entre ellos el ex comandante en jefe de la FACh Fernando Matthei.
Junto a Garzón, el honor fue recibido por Carlos Castresana, abogado miembro de la unión de Fiscales Progresistas de España y el primero en interponer una denuncia contra Pinochet en 1996 y que permitió el trabajo de Garzón.
Castresana destacó que el llamado a la justicia fue hecho por el propio ex Presidente Salvador Allende, en su último discurso, y destacó que hoy tiene una respuesta, que es que hoy el ex mandatario "puede descansar. Seguimos su mensaje y ya se abrieron las alamedas y ya transita el hombre libre".
Por su parte, el dueño casa, el ex juez Guzmán, recordó que si los dos procesamientos que dictó contra Pinochet no prosperaron, fue sólo por "las instancias superiores", en referencia a la Corte Suprema.
Garzón y Castresana dictarán una clase magistral la tarde de este lunes en la Universidad Central; el martes viajarán a La Serena y el miércoles recibirán una nueva distinción en la Universidad Arcis.
Garzón pidió en 1998 la extradición a España del ex dictador por violaciones a los derechos humanos, lo que implicó que estuviera detenido en Londres hasta marzo de 2000. (Cooperativa.cl)