Muerte de mujer tras ser desconectada reabrió el debate sobre la eutanasia en España
La paciente, que padecía distrofia muscular progresiva, pidió que se le retirara el respirador que la mantenía con vida y falleció desatando nuevamente la polémica en el país ibérico.
La muerte de Inmaculada Echevarría tras ser desconectada del respirador que la mantenía con vida reavivó en España la polémica en torno a la capacidad de los pacientes para decidir el momento de su propio fallecimiento.
Defensores y detractores de la medida alzaron la voz poniendo una vez más sobre la mesa los más variados argumentos de índole científica, ética y moral sobre la acción.
Aunque algunos señalan que este se trata de un caso de eutanasia, realizada con consentimiento legal en un país que no ha legislado definitivamente sobre la materia.
La legislación actual sólo permite retirar el "esfuerzo terapéutico" cuando "un paciente no tiene salida, es decir, se encuentra en estado terminal" y sólo representa un "ensañamiento inútil sobre su salud", una circunstancia que, según algunos investigadores, no se da en este caso.
Además, afirman que "dar oxígeno" a un paciente que se encuentra con vida, pero con dificultades para respirar, "no se puede interpretar como un medio extraordinario".
Otros piensan que haber mantenido a Echevarría en su anterior situación habría sido "obstinación terapéutica" y sostienen que considerar este caso como "eutanasia" es una "reducción al absurdo" de quienes se posicionan en contra o a favor de este asunto.
Según las personas que están a favor, asegurán que es "legítimo" mantener a alguien con vida "extralimitando lo cuidados paliativos que se le aplican" si la paciente "los ha rechazado".
"Impedir a Inmaculada rechazar un medio artificial extraordinario sería ir en contra de su autonomía como paciente".
La mujer de 51 años, que padecía distrofia muscular progresiva, vio cumplido su deseo de que le retiraran el respirador que la mantenía con vida y falleció el miércoles a las 21:00 horas en el Hospital de San Juan de Dios de Granada, dependiente del Sistema Andaluz de Salud, a donde había sido trasladada horas antes.
Antes de desconectarla de la unidad de ventilación mecánica que la mantenía "artificialmente con vida", el equipo asistencial que la atendía adoptó las medidas necesarias de sedación para que no sufriese "ningún dolor", informó la Delegación Provincial de Salud. (Agencias)