Condoleezza Rice discutió la situación de Irak con canciller sirio
Sin embargo, la secretaria de estado de EE.UU. no abordó el tema del Líbano con el representante de Damasco, que respalda a la milicia chiíta de Hizbulá.
La jefa de la diplomacia de Estados Unidos, Condoleezza Rice, y el ministro de Relaciones Exteriores sirio, Walid al Muallem, se reunieron este jueves durante casi una hora y hablaron de la situación en Irak, pero no del Líbano, según dijo el representante de Damasco.
Al término de la larga reunión, la de más alto nivel entre los dos países después de cuatro años, Al Muallem dijo que la entrevista había sido "franca y constructiva", aunque descartó volver a reunirse con su colega estadounidense.
"Hemos hablado de la situación en Irak, de la necesidad de recuperar la estabilidad y la seguridad en el país, así como de cuestiones bilaterales", dijo el ministro.
"No hemos hablado del Líbano", precisó, desmintiendo así los rumores de un supuesto compromiso de Siria ante EE.UU. sobre su papel en sus dos países vecinos.
Rice no quiso hacer declaraciones a su salida del encuentro, y en cuanto a su posible entrevista con su colega iraní, Manuchehr Mottaki, se limitó a decir a los periodistas: "Sigan esperando".
Estados Unidos acusa a Irán, y en menor medida a Siria, de fomentar el terrorismo en Irak y entorpecer la estabilización del país árabe.
Además, considera que Siria se inmiscuye en los asuntos libaneses al armar y financiar al grupo chiíta Hizbulá, y ejerce por último una influencia negativa en Palestina al apoyar sistemáticamente a los grupos más opuestos al proceso de paz con Israel.
La reunión se materializó en el marco de la conferencia internacional sobre Irak que se desarrolla en la localidad egipcia de Sharm el Sheij, y cuya inauguración fue aprovechada por el primer ministro bagdadí, Nuri al Maliki, para pedir la condonación de la deuda externa de su país.
"Instamos a los países participantes en la conferencia a que condonen las deudas de Irak para permitirle que continúe con el desarrollo y la reconstrucción del país", dijo Maliki ante los asistentes.
"Vuestro apoyo nos permitirá imponer la ley y esperamos que las recomendaciones de la conferencia se conviertan en los pasos a seguir", agregó.
Los países miembros del llamado Club de París ya cancelaron el 80 por ciento de la deuda externa iraquí, aunque otros como Arabia Saudí, Kuwait y China todavía son acreedores de una suma conjunta que, según algunas fuentes, rebasa los 50.000 millones de dólares.
Maliki, cuyo Gobierno ha sido acusado de adoptar medidas sectarias a favor de los chiítas, prometió que su Ejecutivo garantizará una distribución de la riqueza del país entre todas las facciones, sin discriminación.
En la inauguración también intervinieron el secretario general de la ONU, Ban Ki Moon, y el canciller egipcio, Ahemd Abul Gheit, en calidad de anfitrión. (EFE)