Al menos 60 insurgentes afganos murieron en bombardeo de la OTAN
El ataque tuvo lugar en el distrito de Zherai, después de la obtención de informes de inteligencia sobre el agrupamiento de las fuerzas rebeldes por parte de las fuerzas extranjeras y locales.
Al menos 60 presuntos talibanes, incluidos tres mandos, murieron, y unas docenas más de ellos resultaron heridos en un bombardeo de fuerzas de la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN) en la sureña provincia afgana de Kandahar, informó una fuente policial.
El bombardeo tuvo lugar en el distrito de Zherai, después de la obtención por las fuerzas conjuntas de la OTAN y del Ejército afgano de informes de inteligencia sobre un agrupamiento de talibanes en dos zonas del distrito de Zherai, informó el jefe de la policía provincial, Esmatullah Alizai.
La operación terminó la noche del pasado lunes sin que, dijo Alizai, se produjeran bajas civiles ni en las fuerzas afganas.
Entre las víctimas del bombardeo se encuentran tres dirigentes talibanes, el mulá Abdul Manan, el mulá Zekria y el mulá Zarif, mientras que varias decenas de insurgentes resultaron heridos, según el policía.
Por su parte, un portavoz de la ISAF (Fuerza Internacional para la Asistencia a la Seguridad, por su sigla en inglés), que actúa bajo el paraguas de la OTAN, no pudo confirmar la operación.
La llegada del calor ha supuesto un recrudecimiento de la violencia en Afganistán, donde han muerto ya más de 1.200 personas en lo que va de año, en su mayoría insurgentes y civiles.
El último fin de semana de abril, las fuerzas de la OTAN se atribuyeron la muerte en bombardeos de más de 140 talibanes, la mayoría de ellos en la provincia occidental de Herat, aunque más tarde varios funcionarios provinciales precisaron que entre los muertos había al menos 51 civiles.
El pasado 9 de mayo, la organización admitió la necesidad de mejorar la coordinación con las fuerzas estadounidenses destacadas en Afganistán y el Ejército para evitar en sus operaciones víctimas civiles, como la que el día anterior causó 21 muertos en la provincia meridional de Helmand, vecina a Kandahar. (EFE)