Katzav presentó su carta de dimisión ante la titular del Parlamento israelí
Tal como se anunció el jueves, tras un acuerdo en que admite cargos de acoso sexual, pero que lo libra del delito de violación, el presidente hebreo dejará el cargo a partir del domingo.
El presidente israelí, Moshé Katzav, presentó este viernes su carta de renuncia tras haber alcanzado un acuerdo extrajudicial en el que admite su culpabilidad en varios delitos de acoso sexual, informó la radio pública hebrea.
Katzav presentó su dimisión a la presidenta del Parlamento (Kneset), Dalia Itzik, después de conocerse el jueves que será encausado por actos indecentes y acoso sexual, y no por violación como se esperaba en un principio.
La renuncia entrará en vigor el domingo por la mañana, momento en el que Itzik asumirá la presidencia de forma interina hasta la entrada en funciones del mandatario electo, Simon Peres, prevista para el próximo 15 de julio.
Según informó la radio pública, la Fiscalía también tiene previsto el domingo presentar un acta de acusación revisada contra Katzav ante el juzgado de paz de Jerusalén.
Organizaciones de mujeres y de víctimas de abusos sexuales convocaron para la noche del sábado una marcha en la Plaza Rabín de Tel Aviv, en la que se exigirá que se anule el acuerdo negociado entre los abogados de Katzav y la Fiscalía, y que éste sea juzgado por violación.
El asesor jurídico del Estado, Menajem Mazuz, precisó que los cargos por los que será encausado Katzav podrían ser castigados con una pena máxima de 10 años de prisión, pero la Fiscalía General recomendó que Katzav sólo sea condenado a libertad condicional.
Katsav, quien era hasta ahora formalmente presidente del Estado pese a que se encontraba eximido de sus funciones por el Parlamento, deberá también pagar a sus víctimas una indemnización cuyo monto no ha sido revelado.
Una de las mujeres que demandaron a Katzav, una joven identificada como "A", insistió el jueves en que el jefe del Estado la forzó a mantener relaciones sexuales unas tres o cuatro veces y que la amenazó con arruinar su vida si no hacía lo que él decía.
En una rueda de prensa en Tel Aviv, la denunciante explicó que Katzav se abalanzó sobre ella en la oficina y que fue forzada a mantener relaciones sexuales porque no tuvo "fuerzas para impedirlo".
"A", quien mantiene oculta su identidad, dijo qu Katzav solía llamarla por teléfono para pedirle que fuera a trabajar con minifalda y sin ropa interior, porque se trata de un "pervertido y un acosador sexual en serie". (EFE)